Como el dormitorio es de dimensiones reducidas, hemos elegido un sofá-cama, ubicado junto a la ventana. Elige una mesita auxiliar que puedas adosar al sofá para que haga las veces de mesilla. En la pared de la izquierda según se accede, pon una cómoda o un módulo cerrado para que sirva de almacenaje y como pequeño armario por si tus invitados pasan una temporada en tu casa —si prefieres un armario, elige uno de 50 cm de fondo como máximo, y con puertas de cristal para que resulte más ligero—. Frente al sofá, puedes instalar un televisor plano en la pared, de manera que no reste espacio. En cuanto a los colores, te recomendamos muebles laqueados en blanco, que creará una atmósfera serena que dará sensación de limpieza, orden y amplitud. Rompe esa neutralidad con un sofá en color fresa y alegres cojines en tonalidades de la gama.