Mantener el orden y una buena organización ayuda a aprovechar mejor los armarios y a encontrar todo a la primera. Sigue estos consejos para rentabilizar el espacio al máximo.
CONSEJOS PARA GUARDAR TU ROPA
Lo que te pones y lo que no. Como punto de partida, debes separar la ropa por temporadas y uso. Ten a mano todo lo que utilizas con frecuencia, y en sitios altos o menos accesibles lo que solo te pongas de vez en cuando. Ordena por categorías y deshazte de todo aquello que lleva olvidado mucho tiempo en un rincón del armario: es la regla número 1 de la experta en orden Marie Kondo. De lo contrario, seguirá allí por tiempo indefinido.
Almacena en vertical. Otro de sus trucos más efectivos es doblar las prendas con pocos pliegues, para que no se arruguen, y colocarlos en vertical -una junto a otra- en cajones y baldas. La ropa ocupa menos y es fácil localizarla sin desordenar todo lo demás.
Armarios con dos barras. Dispón una en la parte superior, para las prendas largas, y otra más abajo, para las cortas. Y lo más pesado (abrigos, chaquetas, etc.) a la izquierda, y lo más ligero, a la derecha.
Las maletas, un espacio de almacén extra. Colócalas en la parte superior del armario y utilízalas para guardar dentro mantas, edredones, almohadas... En cuanto a los pañuelos, fulares, corbatas..., puedes instalar un colgador en el interior de la puerta del armario y así rentabilizas también esta parte del mueble.
Organizadores. Echa mano de elementos auxiliares, como bolsas de tela o de plástico, colgadores, cajas con o sin divisiones, etc., que faciliten el orden de las cosas menudas. Sin embargo, olvida aquellos accesorios que resultan más un incordio que una ayuda. Por ejemplo, las perchas múltipes para colgar tres o cuatro pantalones: no solo pesan bastante, además se manipulan mal y ocupan mucho en el interior del mueble.
Agrupa toda tu ropa y desecha o dona lo que no usas.
CONSEJOS PARA ORDENAR...
Las sábanas. Mete la bajera y la encimera bien dobladas dentro de la funda de su almohada, así no tendrás descabaladas las distintas piezas de un mismo juego y ocuparán menos espacio.
Zapatos. En la parte inferior de los armarios. Si los tienes apilados, mejor en organizadores o cajas transparentes que se abran por la parte frontal, para ver el contenido.
Bolsos. Si los guardas uno dentro de otro, deja las asas por fuera, a la vista, para saber que están ahí.
Collares. Usa separadores especiales para evitar que las piezas se enreden.
QUÉ DEBES TENER EN CUENTA AL COMPRARTE UN ARMARIO
El tamaño, importa
Antes de decantarte por un modelo, ten en cuenta el espacio del que dispones (altura, anchura y profundidad). Un ropero debe tener entre 50 y 60 cm de profundidad y 1 cm de ancho como mínimo. El alto, al gusto.
Apertura de puertas
Si optas por abatibles, necesitas disponer de un espacio mínimo de entre 50 y 70 cm delante del armario para abrirlas sin problemas. En cuartos pequeños, las correderas te permiten ganar hasta 1 m2 de superficie de paso.
Frentes de armario
Liso, japonés (dividido en cuadrantes) o combinado (cuerpo y cajones exteriores), los frentes deben de adecuarse al estilo de la habitación, como los acabados: en DMC, madera maciza, metálicos, acristalados...
Ropa: ¿a la vista?
Elegir puertas acristaladas, como la ausencia de ellas, tiene sus pros y sus contras. Agrandan la habitación y ves el interior a la primera pero te exige ser muy ordenada. Ayúdate de cajas y estantes.