PARA LOS MAYORES
Da igual que seas single o tengas pareja. Cuando te independizas, quieres una cama grande. El dormitorio se plantea como un refugio donde olvidar el ritmo de vida ajetreado. Y, sobre todo, como un lugar para disfrutar de esos pequeños placeres que ahora tanto valoras: cuadrantes mullidos en los que reclinarte mientras curioseas las redes sociales, sábanas suaves al tacto, una funda nórdica envolvente… Un último tip: el predominio del color blanco hará que tu habitación parezca más amplia y luminosa. Muebles y textiles, similares en Laura Ashley.
DORMITORIO ADOLESCENTE
Quizá ya no te acuerdes, pero a su edad, a ti también te gustaba pasar horas en tu cuarto. Desde el punto de vista práctico, necesita todo el espacio de almacén posible —una cama con cajones, un puf con contenedor interior…— y una zona de estudio. Y desde el decorativo, su estilo aún evolucionará. Elige muebles lisos, en tonos fáciles de combinar, y adapta los revestimientos de la pared y los complementos a sus sucesivos gustos.
EL CUARTO DEL PEQUE
Antes de que te des cuenta, habrá crecido, y te interesa que el mobiliario le valga hasta que dé el salto a la adolescencia. Lo ideal es apostar por muebles crecederos. Sigue la norma “menos es más”: con un niño pequeño conviene colocar pocas piezas para que se mueva con libertad por su habitación sin golpearse.