Los catarros amenazan y los días de sol jamás se hicieron tan pesados con tanta capa encima. La famosa época del entretiempo trae consigo el cambio de armario definitivo. Normalmente, suele ser el puente de noviembre el elegido por muchas personas para tal misión. Sin embargo, te invitamos a que no hagas un cambio radical porque, como bien sabes, el tiempo está muy loco… Con este decálogo conseguirás un armario funcional y adaptado a esta época de cambios climatológicos.
1. Guardar los vestidos de verano, sí… pero no todos
Deja algunos más ligeros y amplios de seda o muselina para poder lucirlos aún con jerséis elásticos por debajo y unas botas altas.
2. Los jerséis de lana fuera, pero no a mano
Porque aún no van a hacerte falta. Puedes dejarlos, por ejemplo, fuera de la caja de ropa de invierno pero colocados (y doblados) en el altillo para cuando sea la hora de bajarlos.
3. Despídete de los pantalones cortos
Porque pro mucho sol que salga, dejarlos es inútil. No te los pondrás, seguro, hasta el año que viene.
4. Saca las botas, pero deja alguna sandalia
Nunca se sabe cuándo puedes tener un evento elegante en un lugar cubierto. Te vendrá bien un par de sandalias de verano con tacón a mano.
5. Organización de bolsos: despídete de los de rafia y saca los de ante
Simplemente porque la rafia evoca unas sensaciones que se alejan bastante del momento en el que estamos. Es hora de sacar tus 'totes' y 'shoppers' de ante o cuero.
6. Ciao pañuelos, hola fulares
Que no bufandas. A no ser que te encuentres en una zona muy fría, las bufandas no harán su aparición hasta bien entrado el otoño y el invierno así que puedes dejarlas junto a tus jerseys de lana, en el altillo, preparadas para la salida.
7. Blusones y chalecos de verano: guarda todos, pero deja un par
Porque al igual que sucede con los vestidos, puedes combinarlos con jerséis finos debajo y un par de vaqueros.
8. Adiós, bañadores
Te recomendamos dejar uno en el cajón de la ropa interior. Un spa sorpresa o un día en la piscina climatizada en otoño puede ser un gustazo.
9. Faldas de verano: no las guardes todas
Excepto las de piscina, puedes dejar un par de faldas de verano para probar a ponerte con unas botas altas o incluso unas medias ligeras y un jersey de punto. Estamos en otoño, aún queda tiempo para que llegue el intenso frío.
10. Pantalones de verano: cuáles dejar en el armario
Puedes dejar unos pantalones náuticos para combinar con una chaqueta de lana, unos amplios (los llamados 'palazzo') para vestirlos con manga larga y botas y un par de vaqueros blancos (sí, el blanco también es para el otoño).