El dormitorio del bebé con cuna y cama

La cama, uno de los muebles con más peso visual, se eligió en blanco para que el dormitorio pareciera desahogado. Es el modelo Hemnes, de Ikea (199 €). La mesilla (39,95 €), de la misma serie, dispone de cajón y balda. Edredones (59,95 € c/u en Zara Home). Cojines, de Zara y de La Nave de Pórtico.

Una decoración basada en la gama del blanco y del rosa es una apuesta segura. Sin embargo, estos colores asociados tradicionalmente a las niñas no tienen por qué ser exclusivos de un estilo clásico. Las paredes pintadas a franjas horizontales dinamizan el ambiente y dan un aire actual y desenfadado a la habitación.

El juego es básico en el desarrollo del niño. A través de él, expresan sentimientos que refuerzan su equilibrio emocional. Además, con esta actividad recrean escenas que les permiten entender mejor la realidad.

El escritorio se completó con una cajonera donde tener a mano el material de estudio. Para que la niña disponga de una superficie de trabajo mayor, en lugar de una lámpara de mesa se optó por un aplique con pinza, que se fijó en una de las baldas. Escritorio y silla, de La Casona Interiorismo. De Ikea: baldas Lack, en 1,10 m (6,99 € c/u) y lámpara (9,99 €).

Los tejidos coordinados resultan vistosos. En este caso, el interior se ha revestido con una tela de cuadros que se prolonga en una cenefa por el exterior, cubierto con un diseño de flores que se ha utilizado, también, para confeccionar la colcha. Cuadros y flores se alternan para decorar las cuatro esquinas con coquetos lazos.

A los bebés les divierten los balancines. Pero, además, el suave movimiento estimula su psicomotricidad y el equilibrio. Balancín de la colección Lunas y Estrellas, de la firma Tuc Tuc (83,60 € aprox.).

¿Qué requisitos deben cumplir los accesorios en un cuarto infantil? Que sean lavables, que añadan color ¡y que gusten a sus propietarias! Fundas de cojines: rosa lisa (11,98 €) y con corazones (19,98 €); ambas, en Zara Home.

La interiorista Noemí Vázquez, de Estudio DCO, adaptó la distribución de esta planta, cuadrada pero con una asimetría en la fachada, para que la hermana mayor dispusiera de más espacio. Cuando la pequeña crezca, se podrá reorganizar sin cambios drásticos.