Para animar un poco la decoración, casi toda en blanco, se empapeló la pared con un papel pintado de Coordonné.
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Las literas abatibles pueden abrirse de forma independiente
Cerradas sólo ocupan 25 cm de fondo, por lo que dejan una amplia zona central para jugar. El suelo, de baldosas antiguas, rompía la nueva estética de la habitación, por lo que se cubrió con una alfombra sintética de KP (120 €).
Literas abatibles para ganar espacio
La clave del cambio fue instalar una litera abatible, colocar todos los muebles pegados a la pared y dejar libre el espacio central.
Para ampliar visualmente el dormitorio, de tan sólo 9 m², se eligieron muebles blancos y maderas claras. Toques de rojo en la pared y los complementos alegran la decoración.
Se cuidó al máximo la zona de estudio, en especial, el orden y la iluminación.
Reglas de oro para mantener a raya el cuarto de los niños:
• No almacenes más de la cuenta.
• No te apegues a las cosas que ya no usan.
• Regala todo lo que puedas a quien lo necesite.
• Juguete nuevo que entra, juguete viejo que sale.
• Organiza los juguetes en cajas y por temas.
• Destina una pared para sus dibujos y sus pósters (a ser posible, pocos).
Plano y presupuesto de la reforma
Presupuesto aproximado 2.567 €
Litera abatible con frentes de arce (1.320 €). Colchones (90 x 190 cm) Junior Classic (122 €/u). Todo, de Mobel 6000. Estanterías: Dos módulos Trofast, en 44 x 30 x 176 cm (39,45 € c/u). Cajas Trofast (2, 3 y 4 €). Librería Expedit, en 44 x 39 x 185 (49,95 €). Todo, de Ikea. Zona de estudio: Centro de trabajo Fredrick, en 182 x 72 x 149 cm (119 €). Dos baldas Lack (9,99 y 19,95 €). Dos sillas Jules Junior (44,45 €/u). Todo de Ikea. Armarios: Modelo Pax, en 100 x 35 x 201 cm (121 €). Módulos de cocina Faktum: estructura con estor, en 60 x 60 x 211 cm (185 €) y en 40 x 60 cm y puertas de madera (331 €). De Ikea.
En la transformación desaparecieron los vestigios infantiles, para dar paso a muebles modulares y complementos que se adaptaran a la edad de los niños, que ya tienen 9 y 6 años.
Este dormitorio infantil había sufrido diferentes etapas. Primero, fue el cuarto del bebé; después, se adaptó para la llegada del hermanito. Más tarde, cambiamos las cunas por camas... En definitiva, fuimos haciendo parches hasta darnos cuenta de que aquello era una auténtica leonera, como bien podéis apreciar en la foto superior.
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