Comienza el nuevo curso y retomar la rutina después de un largo verano y unas divertidas vacaciones, cuesta. A ellos, también. Los más pequeños necesitan recuperar las costumbres que dejaron aparcadas en junio para ser el primero de la clase.
Haz que su inspiración, atención y motivación, no decaiga cuando lleguen a casa y convierte el ir a clase en toda una aventura para ellos cuando el timbre suene.
¿Has probado la pintura con acabado de pizarra? ¡Es genial! Y los más pequeños disfrutarán haciendo dibujos en las paredes sin temor a una regañina. De esta forma, las matemáticas dejarán de ser aburridas gracias a las cuentas a gran escala en la pared de su habitación, por ejemplo.
Puedes pintar toda una pared de las cuatro del dormitorio o hacer un mural evitando pintar zonas de más gracias a la cinta de carrocero.
Si aún no te atreves a dar el paso con la pintura, colocar pizarras o caballetes de escritura y pintura es otra buena alternativa para motivar a los pequeños.
Fomenta la lectura dejando sus cuentos y libros favoritos a la vista y accesibles en bonitos estantes que llamen su atención y proporciónales una estancia cómoda y cálida a través de los textiles, colocando cómodas alfombras en las que puedan leer, pintar o jugar.
Volver al colé ya no será un suplicio.