La llegada de un bebé es, sin duda, uno de los momentos más felices en la vida de cualquier persona. Pero... ¿lo es también para las casas? Radicalmente, no. A ver, no nos malinterpretes, los niños llenan de alegría todos los rincones y aportan una luz inigualable, pero cuando hablamos de decoración, la cosa cambia.
Y es que tener un hijo supone (al principio), renunciar al ambiente impoluto del hogar, para dar paso a un sinfín de juguetes coloridos desperdigados por el suelo, entre otras aberraciones estéticas...
Al menos, así era hasta hace bien poco, porque el interiorista californiano Charles de Lisle acaba de diseñar la barrera infantil más chic del mundo.
Se trata de una preciosa valla hecha de mimbre trenzado, con una discreta estructura de metal negro, y en la foto que ha publicado en su cuenta de Instagram, podemos apreciar lo bien que queda sobre el suelo de madera y los tonos cálidos del entorno, perfectamente integrada en el espacio.