Una cocina con 16,4 m² de planta irregular

Una península delimita la zona de comedor de la cocina propiamente dicha. Para su decoración se apostó por el color blanco, ya que la habitación sólo contaba con escasa luz cenital. Muebles estratificados con tiradores de aluminio (7.498 € aprox. en Cocinas Leyre).

Para que la profusión de armarios no diera sensación de espacio recargado, se alternaron con vitrinas. Al estar situadas en la zona de paso, más estrecha, se eligieron con puertas correderas para no obstaculizar la circulación. Tanto debajo de los armarios como de las vitrinas se instalaron fluorescentes, que iluminan las encimeras.

La campana extractora, de 90 cm, es una de las piezas que marcan la estética moderna de la cocina. Es un modelo de la firma Pando, realizado en acero inoxidable, con un diseño de líneas rectas y depuradas. Dada su ubicación, en el centro de la habitación, era básico que tuviera un alto poder de extracción para evitar humos y olores.

Las paredes de esta cocina se revisitieron con un vistoso papel vinílico de fondo blanco y flores grises, que entona con los electrodomésticos en acero inoxidable. La encimera, de Silestone Mont Blanc de 3 cm de ancho, se prolongó en los frentes de las zonas de trabajo para proteger la pared de posibles salpicaduras. Papel (79 €/rollo aprox. en HDH).

La zona de cocción se completó con un despensero con bandejas extraíbles. En ellas se almacenan los condimentos habituales, guardados en tarros herméticos, para que su contenido no se vierta al extraer la bandeja, y las materias primas básicas. Así no es necesario desplazarse por la cocina en busca de los ingredientes más necesarios.

Se instaló a continuación de la península. Cuando se dispone de espacio, los modelos con dos senos resultan especialmente cómodos para lavar y aclarar. Fregadero y grifería monomando, de la firma Frecam.

Más decorativo que dejar el detergente a la vista es usar un soporte que unifique el dosificador de jabón y el cepillo (37 € en Guerra San Martín).

Ciertos ingredientes de uso diario se conservan mejor aireados que en un tarro hermético. Este bote, con tapa de madera y orificios, se vende en Guerra San Martín (8,85 €).

La cocina se ha distribuido en cuatro zonas. La dificultad que planteaba la presencia de cuatro puertas se solucionó con una península en el centro que permitió una distribución funcional del espacio.