Una cocina 100% blanca

¿Aún piensas que el total white es frío o aburrido? Entra en nuestra cocina del mes y comprobarás que, con la receta adecuada, es posible transformar un espacio blanco en un ambiente cálido y hogareño.

cocina blanca campestre
Hearst

Blanca y radiante, pero cálida; así es esta cocina familiar y rústica, que resulta encantadora. Estas fueron las claves para lograr un ambiente hogareño y cercano: un coqueto sistema de almacenaje con baldas a la vista, que invita a utilizar, sin pedir permiso, aquello que se necesite en cada momento; una chimenea de obra ubicada junto a la mesa del office, que transforma un espacio de trabajo en una confortable zona de estar; las cestas de fibra, que proporcionan textura y añaden color a los muebles blancos; sillas vestidas con fundas agradables y prácticas, en un tono neutro, que se pueden lavar a máquina; superficies en materiales naturales, como la mesa de madera o la encimera de piedra, y por último, los suelos de barro que trasmiten esa sensación de casa de campo.

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Menaje decorativo

Gracias a la amplitud de la cocina, bastó con muebles bajos para albergar todos los utensilios. Las paredes libres se destinaron a almacenaje en vertical, con estantes y colgadores que dejan a la vista sartenes y vajilla. La elección de las piezas no es casual, los útiles de menaje se convierten aquí
en complementos decorativos.

Comedor de diario

En este caso nada de sillas plegables, se optó por modelos mullidos con fundas de tela en color topo, muy confortables, y una gran mesa de madera de estilo rústico, que recuerda a las de las casas de campo tradicionales.

Una encantadora cocina de estilo rústico refinado
Hearst

La planta cuadrada de la cocina y sus generosas dimensiones permitieron ubicar un amplio office en el centro del ambiente concebido como un comedor tradicional.

Una chimenea en la cocina

La chimenea ocupa un lugar protagonista junto al comedor. Integrada en un módulo de obra, coronada por una repisa y con una hornacina para guardar la leña, supone una magnífica fuente de calor además de un recurso decorativo.

Una vitrina para lucir la vajilla

Cuando el espacio lo permite, es un acierto crear un rincón diferente, con muebles peculiares o, incluso, más propios de otras zonas de la casa. Aquí, el armario antiguo con puertas de vitrina y la butaca orejera dan lugar a un rincón para el relax, coqueto y confortable; en contraste, el suelo de barro y los cestos de fibra vegetal restan sobriedad al ambiente.

Las piezas más valiosas o las de menos uso deben estar protegidas del polvo y los golpes. Para ello, nada mejor que una alacena con puertas. Aquí, como contraste al blanco, se eligió un mueble antiguo que procede de Sri Lanka. Todo un acierto que imprime personalidad.

Grifos de aire retro

Para recrear un ambiente rústico chic, nada como la grifería de estilo country modelo Fairfax, de Jacob Delafon (219 €).

De hierro fundido

Elige piezas de menaje con valor decorativo como la Cocotte Chiffon Pink, de Le Creuset (209 €). ¡Un clásico!

Almacenaje coqueto

Una cesta práctica y decorativa ampliará la zona de almacenaje. De Maisons du Monde (16,99 €).

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