Una cocina bien organizada.
Las paredes acristaladas condicionaron la distribución del mobiliario. Era imprescindible dejar el paso libre a la terraza. Por ello, se proyectó la zona de trabajo en dos frentes paralelos, uno recorre la pared del fondo y el otro, se instaló en una isla de 2,40 m de largo; un elemento que divide la cocina en dos ambientes: trabajo y comedor. Interiorista, Maite Caneda, de Cuina1. Mobiliario, de la firma Doca, realizado en acrílico blanco y chapa de madera de roble teñido. Campana, de Pando (1.700 €).
Precios julio 2009