Hay cocinas con una imagen tan impecable que parecen salones. Su perfección incluso nos intriga y provoca dudas como: ¿serán prácticas y cómodas?, ¿resistirán bien las tareas culinarias y el paso del tiempo? Sobre la primera cuestión, su funcionalidad y comodidad, tal vez te sorprenderá saber que en toda cocina bien planteada hay… un triángulo. Los expertos los llaman triángulos de trabajo, son imaginarios y el factor clave para la organización correcta de la cocina porque están formados por las tres áreas indispensables: zona de cocción, de lavado y de almacenaje. Cada una de ellas se sitúa en un vértice de esta figura geométrica con dos objetivos: economizar movimientos para agilizar las tareas y facilitar los desplazamientos rápidos mientras se trabaja. Respecto a la resistencia de la cocina, solo un estudio previo de las opciones de materiales que hay en el mercado para mobiliario y encimeras, te asegurará la buena calidad que garantice su durabilidad.
Sobre los aspectos más importantes al abordar la reforma de la cocina hemos preguntado a los expertos de la Asociación de Mobiliario de Cocina (AMC) y nos confirman que "para lograr el éxito en la organización de la cocina es esencial la planificación. La armonía en las dimensiones de los muebles y electrodomésticos unida a nuestros hábitos diarios es indispensable para un aprovechamiento más eficiente". También aseguran que cada área del triángulo de trabajo "deberá contar con un espacio suficiente para poder trabajar cómodamente, pero no deben estar muy alejadas entre sí, para tener todo a mano y evitar desplazamientos innecesarios". Para lograr una distribución funcional explican que "los hábitos de los usuarios al cocinar y comer son decisivos para una distribución útil de la cocina: los utensilios más utilizados tienen prioridad en el montaje", y añaden, "los expertos en ergonomía recomiendan gavetas para todos los cajones y ninguna puerta en los armarios bajo la encimera, ya que permiten verlo todo de un vistazo y mayor aprovechamiento de la profundidad del armario".
La ubicación de los electrodomésticos, señalan, también ha cambiado: "hoy, la accesibilidad es un must: todo lo que se necesita habitualmente debería situarse a una altura de alcance cómoda o en los 'highboards'. Esta demanda se ha aplicado a los electrodomésticos empotrados a la altura de la vista y se ha convertido en un modelo indispensable en la cocina actual". Mencionan que "tras una larga tradición en la que la placa y el horno convivían casi en el mismo espacio, este último se sitúa ahora junto al microondas, para así controlar las zonas de cocción y dejar espacio bajo la placa para guardar sartenes y ollas".
Y es que las nuevas cocinas ya son a la carta. Se trata de espacios donde no solo se elaboran recetas, sino que se convive en ellos. Siempre que los metros lo permiten se crea una zona de comidas, por eso en muchas reformas se tiene en cuenta esa doble función, la de elaboración y la de consumo de los alimentos, y por tanto, cobra importancia el diseño y una atmósfera acogedora. Las reformas actuales requieren planificación porque incluyen aspectos técnicos y medidas, pero también los hábitos y el estilo de vida. Por eso, antes de acudir a un profesional, analiza cómo sería tu cocina ideal y qué es imprescindible para que el proyecto que te planteen dé respuesta a tus necesidades. Antes se pensaba unicamente en la planta que tenía el ambiente, en colocar muebles arriba y abajo y en poner los electrodomésticos básicos pero ahora, ese planteamiento se queda corto.
Las cocinas se configuran como zonas de encuentro social y familiar para perfiles muy diversos. Por ello, su tipología se ha ampliado y su iluminación, siempre de bajo consumo, se estudia al detalle. A la general con focos en el techo, se suma la luz puntual y directa sobre la encimera —para preparar con seguridad y comodidad los platos— y la indirecta o ambiental que, al resaltar una vitrina u objeto, consigue un espacio más personal. Por último, destaca otro factor clave: los electrodomésticos, por todas las prestaciones que hacen el día a día más fácil y porque contribuyen a que las cocinas sean energéticamente más eficientes. Al fin y al cabo, suponen un importante gasto de electricidad en los hogares. Compararlos y comprar los que menos energía y agua consuman, permitirá ahorrar dinero a lo largo de toda su vida útil.