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Una moderna cocina en torno a una gran isla central
CARLOS ARRIAGA
Una rehabilitación magistral logró que esta casa rural se encontrara a la altura del incomparable entorno gallego donde se ubica, la bella Ría de Muros y Noia.
Cocina proyectada por Balula Studio con muebles de madera pintada y decapada, realizados a medida. Lámparas de techo, de Asitrade. Los muebles blancos de cocina son de IKEA.
En esta vivienda, ubicada en la sierra madrileña, el mobiliario, los colores y los textiles obedecen al deseo de mezclar estilos y tendencias con un sentido estético.
En la cocina, los motivos de ramas que salpican los frentes consiguen un resultado efectista, todo en blanco y negro.
Esta casa de campo tipo cottage está decorada para una vida placentera.
Electrodomésticos vintage y muebles en un tono verde pastel. En las paredes, baldas y vitrinas para organizar el menaje. Es una solución ligera que sustituye al mobiliario alto convencional dada la poca altura de los techos.
Con vistas a las higueras y a los olivos, esta magnífica villa con piscina es ideal para acoger a toda la familia en vacaciones y es que el espacio exterior es casi tan amplio como el interior.
La cocina abiertaes tan amplia que es ese lugar ideal donde todo el mundo acaba reunido mientras se prepara la comida.
Este chalé tiene ahora unas espléndidas vistas al cielo y el mar gracias a la reforma del arquitecto Joan Arnau Farrás, del Estudio 05 AM Arquitectura.
La amplitud de la cocina permitió disponer de una gran isla, que alberga el fregadero y amplias gavetas.
Construido a partir de una masía, este dúplex conserva la esencia rural.
Una encimera de madera que se interrumpe con la presencia de un medio tabique, y dos baldas constituyen el único mobiliario de la zona de trabajo de cocina.
Esta casa de vacaciones en el campo holandés es una delicia de interiorismo y arquitectura.
Con tan solo 55 m², la casa parece mucho más grande lo que en realidad es, y todo alrededor de un paisaje natural impresionante, los canales de Vinkeveense. La casa está pensada para una familia de cuatro personas, y cuenta con salón, cocina con comedor, jardín, tres dormitorios, un baño y dos aseos.
Una antigua casa de labranza en Mallorca se convirtió, tras una sabia reforma, en el lugar perfecto para disfrutar de las vacaciones y del ansiado tiempo libre.
Para ampliar la capacidad de almacenaje en la cocina, y la superficie de encimera, se colocó frente a ellos un mueble con armarios, que además actúa como elemento divisorio entre cocina y comedor.
En la isla de Menorca, con suelo de barro, viguería vista y paredes blancas, se encuentra esta vivienda, ubicada en unos viejos establos rehabilitados.
En la cocina, el sistema de almacenaje a la vista, detalles en fibra vegetal y complementos de inspiración clásica fueron las claves para lograr una estética muy personal.
Toda la viguería y la carpintería de la casa están pintadas en verde, un color que unificó y dio continuidad a los ambientes para crear una unión visual entre el interior y el maravilloso paisaje exterior de bosques y prados.
Los frentes alistonados de las puertas y los tiradores recrean el ambiente de una cocina rústica.
En el exterior de esta casa, la piscina invita al disfrute del paisaje y en el interior, los espacios amplios incitan a la calma perfecta.
En el centro de la cocina se situó una amplia isla de madera de roble con placa y horno de acero, ambos de la firma Smeg. Junto a ellos se dispuso el fregadero, para facilitar las tareas.
Esta vivienda se construyó sobre la estructura de otra antigua, que se tiró por completo para adaptarla a nuevas necesidades e integrar las vistas del exterior.
En la cocina, el suelo de madera se combinó con un mosaico hidráulico con dibujos geométricos en tonos neutros y azules que, a modo de alfombra, encuadra la zona de trabajo.
La casa original, triste e inhóspita, se ha transformado en esta vivienda cálida y luminosa que se funde con el jardín. ¿La clave del éxito? Una reforma que apostó por el color y ganó.
En la cocina, la barra y el mueble del fregadero se realizaron con ladrillos vistos, que encajan bien con las paredes pintadas en blanco.
Sostenibilidad y decoración se aliaron en la rehabilitación de esta casa, donde la naturaleza del entorno forma parte de la esencia de su interiorismo.
La distribución de los muebles en forma de U y la planta cuadrada de la cocina deja un espacio libre, magnífico para cocinar y trabajar cómodamente.
Esta vivienda se divide en tres estructuras conectadas donde se encuentran la casa principal con salón, zonas de estar, una cocina y dormitorios en el piso superior.