Saca partido a las características arquitectónicas de tu casa.
Así se hizo en este ambiente, donde el arco de obra que separa el salón de la cocina se aprovechó para instalar una práctica barra de desayunos acompañada por dos taburetes. Si decides llevar esta idea a la práctica, procura dejar un pasillo de, al menos, 70 cm para pasar cómodamente de una zona a otra. Para ocultar la cocina el arco se remató con una moldura de la que cuelgan unas persianas enrollables.