El granito une su dureza a la belleza de la piedra.
Pero, al ser muy poroso, es muy vulnerable a las manchas de grasa y a los productos ácidos, como el limón o el vinagre, que dejan cerco y le hacen perder brillo. Se limpia con agua y jabón neutro, ya que los productos abrasivos terminan dañándolo. Su amplia variedad de colores y acabados permite combinarlo con muebles de todos los estilos. Granito, en 3 cm en Gunni.