Una cocina de 8,7 m² con muebles en dos frentes. Plano
La planta rectangular de esta cocina y su anchura -de 2,30 m- permitieron distribuir los muebles en dos frentes, de forma que la ventana quedara despejada. En la pared más larga se instaló la zona de trabajo, que incluye la placa de cocción y muebles altos. En la pared contraria se instalaron el fregadero y el frigorífico; este último en la esquina, de forma que no interrumpiera el paso de la luz natural. Aunque los armarios se eligieron laminados en blanco, los altos cuentan con puertas de vitrina, que resultan más ligeras visualmente. Muebles, de Ikea.