Cocina abierta al salón con una gran ventana
Para no perder toda la pared, pues el salón contaba con pocos metros, se realizó desde media altura hasta el techo. De esta manera, las dos habitaciones quedan comunicadas entre sí, aunque independientes. Para preservar la zona de estar de miradas, se instaló un estor enrollable. Además, con esta solución, tanto el salón como la cocina multiplican su luminosidad al recibir luz adicional. Mesa de la firma Inthai (900 €). Mueble bajo en wengué, de Nueva Línea, adquirido en Terrón (1.649 €), al igual que los jarrones y las velas.