Convierte la cocina en tu reino particular adaptándola a tus gustos y necesidades familiares. Los puntos básicos son: la estética, la capacidad de almacén y la funcionalidad.
Te mostramos aquí 4 ejemplos con diferentes estilos y colores para que elijas, además te proponemos las piezas que necesitas para copiar el estilo de cada una.
Cocina en un frente
Los toques de color en rojo y azul ponen una nota simpática que alegra a la vista.
La mínima expresión. Cuando el espacio escasea en la cocina, es fundamental una organización 10 para dar cabida a los básicos necesarios. Un módulo de cajones y un armario nunca pueden faltar.
Complementos de almacén. Como refuerzo al pequeño módulo, en este ambiente se integraron unas estanterías de pared y un verdulero, idóneo también para guardar el menaje.
Contra las salpicaduras. Para evitar engorrosas obras e instalaciones, la pared de la cocina que coincide con el fregadero se protegió con un pequeño rectángulo de azulejos.
Una cocina bien pensada
La unificación de zócalo, encimera y fregadero en mármol Macael es muy acertado.
Frentes de color. El tono azul aguamarina empolvado triunfa en los armarios inferiores de esta cocina. El toque retro corre a cargo de los tiradores tipo concha en color negro mate.
El punto cálido. El dinamismo de la composición se logró al romper la continuidad con frentes de madera en los botelleros y el único armario superior.
Muy despejada. El recurso empleado para ganar luz natural y sensación de amplitud fue mantener despejada la parte superior, con un zócalo de mármol blanco y una sencilla repisa como remate del mismo.
Una cocina llena de vida y funcional
La zona de cocción entre dos muebles y con una campana de acero aligera todo el frente.
Viva el azul. Con los frentes en un intenso azul cielo, esta cocina apuesta por el optimismo y las combinaciones atrevidas, además de contar con muchas zonas de almacén.
Revestimientos que marcan. El suelo de diseño geométrico en blanco y negro y los azulejos tipo metro en alto brillo fomentan el contraste en el espacio.
Un toque en madera. Tanto color y potencia en los revestimeintos pedían a gritos un poco de calma, que llega de la mano de la madera, en la encimera, y en los muebles que componen el comedor.
Una cocina luminosa y con buenas vistas
Cuando el blanco predomina, lo ideal es optar por complementos en diversos colores.
Bajo la ventana. El gran atractivo de esta cocina es su ubicación, adosada a un muro de cristal con ventana de guillotina que se abre al salón-comedor. La amplitud visual se multiplica también hacia el interior del espacio.
El rebote de la luz. Como refuerzo para potenciar aún más la luz natural, los frentes de los armarios y de las cajoneras se pintaron en color blanco roto, pomos incluidos. Genial.
Da la nota. Una alfombra pasillera estampada en color lima refresca el ambiente; un toque de color fantástico reforzado por los paños y los complementos.