Las Crock-Pot han sido las primeras ollas de cocción lenta eléctrica que se han lanzado en el mercado -siendo los americanos los pioneros de este electrodoméstico- y se han convertido, en sinónimo de slow cooking.
La cocción lenta a baja temperatura garantiza resultados difíciles de conseguir con otros métodos de cocción, permitiendo potenciar el sabor, la textura y el aroma de los alimentos, como en la cocina tradicional y ahorrando además en tiempo y mucho dinero.
Las texturas conseguidas, un éxito
Según los modelos, podrás encontrar la función de Mantener caliente o Keep Warm, que se aplica a los alimentos una vez cocinados para mantenerlos a una temperatura óptima. Hay que tener en cuenta que esta función sigue cocinando los alimentos, aunque en menor medida, por lo que su uso solo es recomendable durante un período corto de tiempo.
La cocción lenta a baja temperatura permite que todos los jugos de las carnes y las verduras conserven su sabor y su alto aporte nutricional, garantizando el éxito con texturas y sabores difíciles de conseguir con otros métodos de cocción.