Un apartamento decorado con colores vivos y audaces

Colores vivos, revestimientos audaces y un dormitorio con glamour caracterizan este apartamento, que ha sabido plasmar en su interior el encanto del barrio donde se ubica, en el centro de Madrid.

Apartamento decorado con color
Hearst

¿Puede un barrio condicionar la decoración de una vivienda? En este caso, sí. Este apartamento se encuentra en La Latina, una zona del casco antiguo de Madrid que en los últimos años se ha convertido en un punto de encuentro, donde ver y ser visto, con bares donde tapear y terrazas pobladas por actores de moda y amantes de los locales animados. La esencia de esa bulliciosa vida fue, precisamente, lo que el Studio BMK quiso trasladar al interior del piso. Colores alegres, piezas de diseño y revestimientos que sorprenden por su originalidad caracterizan un interiorismo con personalidad propia.

El apartamento dispone de salón-comedor, un dormitorio, cuarto de baño y cocina. En cuanto el equipo del estudio analizó sus posibilidades decorativas, se dio cuenta de que contaba con dos valiosos aliados: el par de ventanales de suelo a techo que bañaban el interior en abundante luz natural. Los interioristas del Studio BMK, Beatriz Martinez Kleiser con su socio Jorge Ferreiro Lozano, eligieron para el salón muebles de colores alegres, como el amarillo y el azul Klein que, bajo la luz natural, se realzan y añaden vivacidad al espacio. En este ambiente destaca también la original superposición de alfombras, así como la de manteles en la mesa del comedor. Se trata de propuestas atrevidas, a las que se unen detalles —ahí está el trofeo de caza con forma de alce realizado en contrachapado de color rojo— que trasladan al interior de la casa la alegría y jovialidad que reina en las calles del barrio. Por su parte, las paredes también cumplen un papel esencial.

Colores para descansar con estilo

El dormitorio combina tres gamas: dorado, que aporta glamour al ambiente; negro, como un toque de sofisticada elegancia; y blanco, el contrapunto perfecto a los dos anteriores, que proporciona serenidad al espacio.

En decoración cada color tiene un peso visual distinto: los más oscuros resultan pesados, de ahí que se suelan colocar en niveles bajos del ambiente, como suelos, asientos, un aparador… En este caso, al tratarse de un dormitorio, la colcha gris y las lámparas negras se situaron a la altura de la cama. A partir de este nivel solo encontramos tonos claros, como el papel dorado de la pared o los visillos blancos del dosel que, al ser colores más ligeros, no recargan el espacio. El mejor ejemplo de los diferentes pesos visuales lo tenemos en el piecero blanco de la cama; su ligereza es tal, que la colcha gris marengo parece flotar sobre ella. Pintados en blanco en la zona del salón, los frentes se convierten en un discreto fondo sobre el que destacan obras del fotógrafo Javier Ayuso. Sin embargo, en el resto de la casa los revestimientos ejercen un papel clave en el interiorismo: turquesa en la cocina, negro en el baño y papel dorado en el dormitorio, enriquecen la decoración.

Este apartamento se alquila para estancias turísticas en www.urbanvidastays.com

Publicidad - Sigue leyendo debajo
Alfombra de colores
Hearst

Sofá, alfombra y cojines de lentejuelas, de El Corte Inglés. Mesas nido, de Zara Home. Aplique, de Superestudio. Lámparas geométricas sobre la mesa auxiliar, de Sulion. Ramas, de Jacaranda. Las velas son de El Almacén de Loza. Los cuadros sobre el sofá son fotografías de Yelow Korner Chueca.

Butaca amarilla vintage

La butaca de inspiración vintage, el espejo apoyado en la pared y un falso trofeo en color rojo forman un atractivo trío. Su combinación tiene un gran impacto decorativo en poco espacio. Butaca, de Maisons du Monde. Cojín, de Gastón y Daniela. Reno y candelabro blanco, de El Corte Inglés. Corona dorada, de Anmoder. Las velas son de El Almacén de Loza

Candelabros en tonos naturales

¿Quieres realzar la vajilla y la cristalería de las grandes ocasiones? Crea un centro de mesa con candelabros de distintas alturas. Las velas añadirán un toque de sofisticación; pero apágalas al inicio de la comida o la cena, para evitar sobresaltos mientras sirves los platos. Fotografía, de Javier Ayuso. Candelabros en tonos naturales, de Anmoder, de donde procede también el arbolito dorado. Las piezas de menaje y el candelabro negro son de El Almacén de Loza.

Mesas nido amarillas
Hearst

El original diseño de la alfombra estampada en amarillo, azul y rojo condicionó la elección de los muebles. Las mesas nido amarillas, las cortinas y el taburete -ambos azules- y detalles como el cojín o las velas rojas, logran un ambiente equilibrado.
Sofá, alfombra y cojines de lentejuelas, de El Corte Inglés. Mesas nido, de Zara Home. Aplique, de Superestudio. Lámparas geométricas sobre la mesa auxiliar, de Sulion. Ramas, de Jacaranda. Las velas son de El Almacén de Loza. En la pared, las fotos son de Yelow Korner Chueca.

Lámpara con iluminación cenital

Ubicado junto al ventanal, consta de una mesa redonda -que permite aumentar el número de comensales cuando es necesario- y sillas de estructura ligera. La lámpara aporta una iluminación cenital sin tener que hacer obra para instalar un punto de luz en el techo. Para elaborar los manteles se utilizaron dos telas de la firma Colefax and Fowler, de venta en Gastón y Daniela: el modelo Malin Check, con cuadros grandes, y Finlay Check, más pequeños.

Cocina color turquesa

Las paredes se pintaron en turquesa, un color que combina con los muebles blancos y los electrodomésticos de acero. El tono, poco habitual en las cocinas, añade frescura y jovialidad al ambiente. A ellas contribuyen también las láminas con piñas y flamencos. Paño de cocina y fuente, de Zara Home. Las flores artificiales proceden de la tienda Jacaranda.

Horno y microondas integrados en los muebles

El horno y el microondas se situaron en columna e integrados en los muebles para rentabilizar el espacio. En la zona de cocción, la plancha de acero que protege la pared de salpicaduras armoniza con los electrodomésticos, acabados en el mismo material. Muebles de cocina, de Nolte. Estrella, de El Corte Inglés. Cristalería, de El Almacén de Loza.

Cama con dosel

La estructura de madera blanca tiene un diseño tan ligero que, a pesar de sus amplias dimensiones, no recarga visualmente el espacio. Basta recoger los visillos del dosel en los extremos para que
el dormitorio quede despejado. Papel pintado, de Gancedo. Lámparas con pie dorado y pantallas negras, de Anmoder.

Manta con ochos

A pesar del predominio del color dorado, el dormitorio resulta muy acogedor. Para lograrlo, el equipo del Studio BMK introdujo acabados confortables, como los ochos de la manta y el cuadrante, o los cuadros en la colcha gris y en el cojín blanco y oro, que restaron solemnidad al ambiente. De El Corte Inglés: manta con ochos, cuadrante a juego y jarrones dorados. La colcha gris se confeccionó con la tela Lisle Check, de la firma Colefax and Fowler, de venta en Gastón y Daniela, de donde es también el cojín a cuadros.

Azulejos biselados negros

En el cuarto de baño se instalaron revestimientos actuales que evocan diseños antiguos: azulejos biselados negros en la pared y losetas hidráulicas para el suelo. Revestimientos y sanitarios, de Cerámica Decoración. Las ramas y la estrella dorada sobre el lavabo son de El Corte Inglés.

Plano del apartamento

El apartamento dispone de salón-comedor, un dormitorio, cuarto de baño y cocina.

Publicidad - Sigue leyendo debajo