Un piso familiar decorado con estilo nórdico

Estela necesitaba una zona para trabajar a diario. Y la organizó en el salón, con una estantería que permite tener el material de oficina a mano. La mesa, integrada en la librería para ahorrar espacio, se orientó hacia la terraza para disfrutar de las vistas.

Estantería, silla y láminas, de Deco & Living. La mesa es de Ikea.

Los cojines en azul y verde empolvado, los tonos tostados de la alfombra, el mimbre de la lámpara de techo y el velador, y las lanas del tapiz en la pared -realizado por la madre de la dueña- envuelven el ambiente en calidez.

Sofás, de Frajumar. Cojines, de Gastón y Daniela. Butaca, de Va de Vintage. De Deco & Living: mesa de centro, lámpara de techo, alfombra, velador, aparador y marcos. Lámpara de pie, de Ikea. Mesas auxiliares, de El Rastro. Sobre ellas, caja blanca y azul, de Indietro.

Bienvenidos al norte. En el recibidor, los taburetes se utilizaron como veladores, un must de la decoración nórdica. El mueble de Ikea PS permite organizar en sus cajones el correo, llaves, guantes...

Taburetes y jarrones, de Deco & Living

El aparador. Su diseño a base de estantes horizontales y verticales resulta ligero. Las fotos en blanco y negro con marcos antiguos dan un encantador punto de nostalgia al salón.

Aparador y marcos, de Deco & Living.

Claves de la zona de trabajo. A la hora de colocar el ordenador, es importante que ninguna ventana se refleje en la pantalla para que la vista no se fatigue. Sitúa la lámpara de mesa de manera que tu propia mano no haga sombra sobre lo que escribes.

Una de las razones que llevaron a los propietarios a mudarse de casa fue la búsqueda de espacios más amplios. La superficie de este salón -perfecta para organizar una zona de estar, un comedor y un rincón de trabajo- fue decisiva a la hora de elegir la vivienda.

Mesa, de Batavia. Sillas Tolix, de SuperStudio. Los cuencos rosas se adquirieron en El Almacén de Loza.

Sobre la mesa de comedor se organizó un coqueto bodegón. Como base se tomó una bandeja metálica -que es tendencia- y encima se situaron tres jarrones dispuestos en forma de triángulo. El azul entre los dos diseños blancos añade dinamismo y ordena visualmente el conjunto.

Bandeja y jarrones de colores, de venta en Deco & Living

La terraza cuenta con una zona de estar. Los muebles, de Leroy Merlin, invitan a relajarse sobre mullidos cojines.

Platos, servilletas y cojines lisos, de Indietro. Copas, de El Almacén de Loza. Cojines blancos y azules, macetas y cactus, de venta en Deco & Living.

Al incluir una zona con techo, la familia disfruta de comidas al aire libre, incluso, en los días soleados del otoño. Las plantas que tapizan la pared de ladrillo arropan visualmente el ambiente.

Mesa, de Batavia. Sillas, de la firma Magis. Mantel, platos y macetero azul, de Indietro. Cubiertos y cuencos blancos, de Deco & Living.

Por los suelos. Los complementos ya no tienen que limitarse a superficies como mesas o aparadores. Directamente sobre el suelo, cumplen una importante función decorativa.

Farol y macetas, de Deco & Living.

La casa de Estela -que es fundadora de la web Deco & Living- refleja las últimas tendencias decorativas. En concreto, el estilo de los países nórdicos, con la escalera de pared, la lámpara de metal, las sillas Tolix y los jarrones de loza blanca y azul.

Aparador, de Batavia. Escalera, manta, cuadro y jarrón alto, de Deco & Living. Lámparas: de mesa, de Santa & Cole y de techo, de El Rastro. Jarrones sobre el aparador, de Indietro.

A los dueños les encanta rodearse de detalles que modifican continuamente. De ahí que los cuadros a menudo se apoyen en la pared, en lugar de ir colgados, para trasladarlos cuando apetezca.

Taburete, jarrón, espejo y lámina, de Deco & Living. La máquina de escribir se compró en El Rastro de Madrid.

Con gracia ¿Tienes algún rincón vacío? En el dormitorio principal, una mesa en forma de bobina, un cuadro apoyado en la pared y flores dentro de una jarra bastan para decorarlo.

Mesa y cuadro, de Deco & Living.

Los muebles, con frentes lisos y sin tiradores, transmiten sensación de pulcritud. ¿Te has fijado en el estor enrollable? En este caso, además de vestir la puerta de cristal, es una buena solución para la ventana, en parte cubierta por un mueble alto.

Muebles de cocina, de Gunni & Trentino. Mesa, de Ikea. Sillas, en SuperStudio. Sobre la mesa, frutero blanco, de El Almacén de Loza. Menaje, lámina y alfombra, de Deco & Living. La maceta azul es de Indietro.

En la cocina se incluyó una estantería pintada con un acabado envejecido, que potencia su aspecto vintage. Utilizada como despensa, en ella se dejan a mano las piezas de menaje de uso diario así como algunos ingredientes que no necesitan refrigeración.

Estantería vintage y menaje, de venta en Deco & Living.

Las texturas son fundamentales en el dormitorio principal. Bordados, hilo, lana y algodón convierten la cama en un delicioso refugio para acurrucarse.

Manta, de Zara Home. Cojines, de Deco & Living. Mesilla, de El Rastro. Lámpara, de Jielde. Cuadros: sobre la cama, de VGliving.

El cartel vintage es del Mercado de Las Pulgas de París. Colocados sobre las mesillas, los cuadros convierten el dormitorio en una galería de arte particular, que modifica sus exposiciones sin temor a dejar orificios en las paredes. Al carecer de cabecero, el cuadro sobre la cama y los cojines atraen todas las miradas.

En el baño se alternaron dos modelos de toallas: uno amplio, liso, y otro más pequeño que se sitúa sobre el primero, pero con un estampado de hojas azules. Las flores en tarros de cristal ponen el toque chic en el ambiente.

Toallas lisas, de Zara Home, y con hojas azules, de Deco & Living, de donde son también los tarros de cristal.

Estela y su marido, Yago, se encargaron personalmente de la decoración de la vivienda. Los conocimientos de ella —fundadora de la web Deco & Living— se aprecian en cada rincón de la casa, donde el estilo nórdico se alterna con detalles personales. “Nos encanta rodearnos de cosas bonitas, tesoros familiares, recuerdos del día a día y piezas especiales”, cuenta Estela.

Sobre una base de color claro—con paredes y tapicerías blancas — los complementos se alternan y modifican continuamente. “Todo se puede mover, ya que nos encanta crear, en concreto a mí”, explica Estela. “Un día el jarrón está aquí y mañana, en otra habitación”. Esta filosofía, que también aplica a sus proyectos profesionales, permite organizar ambientes muy personales. “Me encanta crear espacios según el carácter de quienes viven en ellos y de sus necesidades, pero siempre manteniendo la armonía”, nos revela.

La zona de trabajo, ubicada en el salón, es buena prueba de esta filosofía. Orientada hacia la terraza, para disfrutar de luz natural y de las vistas al jardín, está formada por una estantería modular, muy ligera visualmente, que permite tener el material necesario al alcance de la mano. Lo mismo sucede con el dormitorio principal, donde las paredes blancas transmiten calma. “Las mesillas son diferentes porque huimos de la decoración conjuntada, aunque siempre existe un hilo conductor”.