Es muy diferente buscar una casa donde vivir, que buscar una para vivir y trabajar en ella. Este último era el objetivo de Maite González Fernández y Diego Martínez Montejano —arquitectos y fundadores del estudio de arquitectura Arkittec— cuando iniciaron su búsqueda. Céntrica, pero sin el pasillo interminable de las casas antiguas, y luminosa, la casa de estas páginas cumplía todos los requisitos que habían fijado: debía ser un espacio que pudiesen dividir fácilmente para conciliar su vivienda familiar y su estudio de arquitectura; y que tuviera una entrada directa a éste para las visitas profesionales.
Sobre plano, se percibe enseguida que el acceso a la casa divide la misma en dos zonas. Una de menor tamaño, hacia el patio interior, es la oficina-estudio de Arkittec, y otra, que ocupa aproximadamente el setenta y cinco por ciento de la superficie con ventanales a la calle, es su hogar. La distribución que proyectaron la cambió por completo. Donde antes estaba la cocina ubicaron el estudio; también modificaron el pasillo original y por último, situaron en lo que era el antiguo distribuidor, tres espacios que no precisan luz natural: los dos baños para los dormitorios y una despensa-cuarto de lavado próxima a la cocina. Su idea inicial era crear un gran espacio compartido por salón-comedor-cocina, pero la existencia de un muro de carga lo impidió. La solución: ubicar el salón en la estancia con ventanales a dos calles y a continuación, detrás del muro, unir el comedor y la cocina.
En ambos casos no hay puertas, y la sensación de amplitud es mayor, sobre todo en el comedor por estar abierto a la zona de paso y ganar esos metros. En cuanto a los materiales, combinaron pintura plástica lisa y una cálida tarima de jatoba que da continuidad visual a los ambientes. La jatoba reciclada de parqué industrial se utilizó en toda la casa, incluso en zonas húmedas, como baños y cocina, al ser una madera tropical. Por último, se instalaron nuevos ventanales para mejorar el aislamiento acústico y térmico y las instalaciones de agua y electricidad se actualizaron y adaptaron a la nueva distribución. Un plus: la iluminación indirecta con linestras en el falso techo.
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Un salón amplio y soleado
Los ventanales y la planta irregular del salón condicionaron la distribución. La solución: ceder todo el protagonismo a un único mueble, un gran sofá con chaise-longue. Las butacas y las mesas de centro son los actores de reparto.
Reforma e interiorismo, del estudio Arkittec. Ventanas con perfiles de aluminio, de Technal, y doble acristalamiento, de Climalit, instaladas por Talleres San Antonio. Las mesas de centro, diseñadas por Marcel Breuer en 1925, con una estructura de acero tubular que fue revolucionaria para su época, son un clásico del diseño.
Mesas Laccio, editadas por Knoll, con sobre disponible en varios acabados (desde 238 € en La Oca). Vasos y tetera, de A Loja do Gato Preto. Butacas, de Naharro Showroom, con cojines crudos, de Arkittec. Cojines de pelo y alfombra, de Gancedo. Plaid coral, de Textura. Librería, de Europa 20.
Un Green Garden en el balcón
Si tienes un balcón urbano, decóralo con plantas para alegrarte la vista. Elige macetas mini, si quieres variar con frecuencia su disposición. Perfecta la idea de colocar otras a media altura y dos faroles colgantes.
Una deco con detalles de otros tiempos
Un melómano rinde su particular homenaje al vinilo con un tocadiscos antiguo ¡una joya tan evocadora como decorativa! Lo colocará en un lugar destacado y seguro, para verlo con frecuencia. Maletín con tocadiscos, de Arkitte.
Un caballete que se utilice por el artista de la casa o que sea una pieza con valor sentimental es un detalle decorativo que personaliza la decoración. En este salón, sin duda, pone la nota de calidez.
Cocina y comedor comparten espacio con el salón y el mismo estilo depurado, que crea sensación de más amplitud. La península, que delimita cada ambiente, tiene además un gran impacto visual en la decoración por su color negro y sus generosas dimensiones.
Cocina, de Moretti, con mobiliario de Logos, y parte de los electrodomésticos panelados. Sillas Panton y Tom Vac, de la firma Vitra, adquiridas en Naharro Showroom. Mesa, de Volumen. Tarima de jatoba, de Tropical Trees.
La isla está equipada con zona de cocción y fregadero, para trabajar sin perder la conexión visual con el comedor. Una solución que convierte este espacio en punto de encuentro y reunión con la familia y los amigos.
Encimera de granito negro de Sudáfrica, de Moretti. Vitrocerámica, de Siemens. Grifo, de Zucchetti. Salseras sobre base de madera y paños de cocina, de A Loja do Gato Preto.
Los colores vibrantes irrumpen con fuerza en esta pared y rompen la hegemonía del blanco. Se convierte en punto focal con el juego cromático del lienzo, de María José Serrano, y las sillas. Junto a éstas, un práctico carrito multiuso para tener a mano el menaje de diario y algunos libros.
Tronas Tripp Trapp, de Stokke, en Calmera Bebé. Carro, de La Oca.
Los personajes de dibujos y cómics, junto al material deportivo colgado en las paredes, aportan dosis de interés visual, vitalidad y dinamismo a la decoración del dormitorio infantil.
En el dormitorio, muebles, de Ikea; cuadro con ilustraciones de Tintín, diseño de Arkittec, y estor, de Louverdrape. En el baño infantil, vinilo decorativo, de HØsten.
Colores soft en el dormitorio infantil
La variedad de tonos pastel que aportan las fundas y los cojines da un aire muy natural y desenfadado a este dormitorio, donde la litera
aligera su peso visual con su color blanco roto y su estructura tubular.
Litera, mesita, funda de corazones y lámparas con forma de estrella, de Ikea. Sillas Panton Junior, de Vitra, adquiridas en Naharro Showroom.
El baño combina el blanco y el rojo
El contraste de gresites focaliza la atención en el baño infantil y lo dota de una fuerza y un carácter poco habituales en este tipo de espacios. El mayor impacto: revestir el techo de la bañera también con el gresite.
Gresite vitrificado, de Alcer. Sanitarios, de Valadares. Grifería, de Zucchetti. Taburetes, de Ikea.
Las telas son protagonistas en la decoración del dormitorio, ante la ausencia de cabecero. En la cama, las texturas del lino en espiga y del tejido de piqué con diferentes motivos, junto con los cojines armónicos en turquesa, verde y marfil, crean una atmósfera envolvente que invita al descanso.
Cojines: turquesa estampados y marfil, de Arkittec; con cuadros, de Gancedo. Colchas: de lino,de Batavia; y de piqué, de A Loja do Gato Preto. Cortinas, de Ikea. Estor enrollable, de Louverdrape.
Guiños retro en el dormitorio
Un maniquí y un espejo dorado con moldura profusamente decorada son el contrapunto vintage al mueble lacado en blanco de diseño depurado y actual.
Espejo ovalado, de Arkittec. Cómoda lacada, de Europa 20.
Tan solo es necesario un complemento especial, exótico o vintage para dar un aire femenino a la cómoda o al tocador del dormitorio. Joyero con pedrería, de A Loja do Gato Preto. Jarrón, de Zara Home.
En el baño, mueble con lavabo, de Cosmic; grifo, de Zucchetti, y gresite vitrificado, de Alcer.
Situado en un barrio con bastante tráfico, el objetivo era mejorar su aislamiento acústico y también térmico. Para ello, en las paredes de la fachada se instaló un trasdosado de placa de fibroyeso de la marca Intergypsum; también en techo y tabiques. De este modo, el ruido exterior no llega al interior y se reduce el consumo de calefacción y aire acondicionado.
Los ventanales también se renovaron con el mismo objetivo: doble aislamiento. Son de carpintería de aluminio, de Technal, de perfil oculto bicolor con rotura de puente térmico y doble acristalamiento con cámara de aire intermedia de la marca Climalit.
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