Una vivienda con espacio libre

Las puertas acristaladas inundan de luz natural esta casa. Los detalles con carácter completan una decoración alegre, en la que el color llena de vitalidad cada ambiente.

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Antes de encontrar esta casa, sus propietarios vivían en el centro de Madrid. Sin embargo, el ritmo de vida que tenían sus hijos, con salidas al parque siempre en compañía de un adulto y sin la posibilidad de moverse con libertad, les llevó a plantearse el traslado lejos del bullicio urbano.

La vivienda, en una urbanización tranquila y con una agradable terraza, era perfecta para que los niños jugasen al aire libre sin correr ningún riesgo. Aún así, el estado de la casa requería una reforma que la actualizara. Jorge Quintans se encargó de realizarla, con la colaboración de la propietaria de la vivienda. Las viejas puertas se cambiaron por diseños modernos, los armarios se renovaron y el suelo, anticuado, se sustituyó por una cálida tarima de madera. Además, la dueña planificó una decoración alegre, con espacios abiertos y toques en colores intensos que reflejaran visualmente la vitalidad de la familia.

La distribución también se adaptó a las necesidades familiares. En la planta baja se situó la cocina con un práctico comedor de diario, un aseo y el salón-comedor. Desde éste se accede a la terraza a través de un original cerramiento con doble hoja acristalada y tragaluces en forma de arco de medio punto. La primera planta reunía los cuatro dormitorios —el principal tipo suite, con baño privado incorporado— y un segundo cuarto de baño de uso común para los tres peques de la casa.

Por último, la propietaria concedió a los complementos y detalles un papel fundamental en la decoración. Esculturas, figuras de alambre y cuadros ponen de relieve los gustos personales de los dueños de la vivienda. La casa se convierte así en un fiel reflejo de un estilo de vida familiar con personalidad, que destila carácter.

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Un salón luminoso con toques de color

Los tonos claros en sofá, librería y paredes permiten que las piezas en color destaquen: la butaca heredada verde, la alfombra con su diseño en zigzag y los cojines en azafrán, rojo y arena, dan volumen y dinamismo a la zona de estar.

Librerías, de Ikea. Alfombra, de Berberia. Mesas: blanca, de Batavia, y en madera, de Zara Home. Jaula, de Sur Le Fil. Escultura en espiral, de Patricia Losada. El taburete es de La Europea, y la lámpara, de Habitat.

Puertas al jardín

¿Qué es lo primero que has mirado en esta imagen? La doble hoja acristalada y la terraza se convierten en elementos decorativos. Interior y exterior se funden a través de los cristales y del color: el tono azafrán de los cojines del salón y el mantel al aire libre crea un sutil hilo conductor que unifica los dos ambientes.

En la zona de comedor: mesa, de Habitat; sillas y chal, de Esteoeste; la librería es un diseño de la propietaria realizado por Brico Almacén Las Rozas.

Continuidad con la terraza

Fíjate en la mesa: su color es blanco, igual que el cerramiento que separa el salón de la terraza. Si quieres potenciar la continuidad entre el interior y el exterior, la mesa a juego con la carpintería es un acierto. Mesa, de Ikea.

Muebles de exterior

Desde hace años, lo habitual era decorar la terraza con diseños de madera, fibras o plástico. Ahora, sin embargo, regresan las sillas de hierro, patinadas y en acabado desgastado; como estas, de Esteoeste.

El comedir de verano

En la terraza, el menaje en distintos materiales -cristal, bambú y melamina- se unifica con diferentes tonos en las gamas del azul y el rojo.
El acabado de las piezas, ya sea liso, tallado o estampado, destaca sobre el mantel, en un intenso color azafrán.

Mantel confeccionado con una tela de Coordonné. Bajoplatos, de Esteoeste. Cuencos y copas, de Zara Home. Platos, de Habitat.

Un hall bien decorado

El recibidor es un pequeño adelanto de la decoración que veremos en el resto de la vivienda: alfombras coloristas, muebles con espacio de almacén, abundante luz natural y esculturas que añaden carácter a la casa.

Alfombra, de Berberia. Silla, de Vintage 4P. Mueble, de Ikea. Sobre él, escultura, de Patricia Losada. La lámpara roja es de La Europea.

En torno a la chimenea

El salón se orientó hacia el fuego. Sobre él, destaca un original retrato de Marilyn Monroe. Las mesas de centro, ligeras, se trasladan con facilidad junto a la butaca o el sofá a modo de diseños auxiliares.

Cuadro, obra de Carlos Arriaga. A su lado, la letra decorativa es de Vintage 4P. Cojines: lisos, de Coordonné y estampados, de Ñocoboc. 

Salón comedor con profundidad

El truco para lograrla es sencillo: basta con colocar muebles bajos, que no interrumpan la perspectiva visual. ¿Y si tienes piezas altas? Fácil: adósalas a las paredes y mantén el centro bien despejado.

Cocina con office

Una península separa la zona de cocción del comedor de diario. Los muebles y azulejos en color marfil contrastan con la encimera en un tono que evoca los granos de café. La pared pintada de rojo delimita y da entidad a la zona del office.

Encimera, de Silestone. Mesa y sillas blancas, de Ikea; la silla roja es de Vintage 4P. Camino de mesa y ciervo, de Esteoeste. Lámpara, de Habitat. Aplique, de Sur Le Fil. La alfombra es de Berberia.

¿Una alfombra en la cocina?

Claro, ¿por qué no? Además de delimitar mejor la zona del office, elevarás su nivel decorativo.  Lo fundamental es elegir un diseño que sea lavable. Los modelos reversibles te permitirán renovar la decoración con solo dar la vuelta a la alfombra.

Una nota diferente

Di adiós a colocar sillas idénticas en el office. Lo último en decoración es alternar diseños y colores alrededor de la mesa. ¿El objetivo? Conseguir un comedor de diario dinámico y con más fuerza decorativa. 

Los armarios

Conviene unificar la carpintería -puertas, ventanas y frentes de armario- con el mismo acabado. Para habitaciones en color, el blanco es una apuesta segura. Retrato, de Maruka Fuster.

Dosis de energía en el cuerto de los niños

El dormitorio infantil, decorado en lima y azul, estimula la vitalidad de su pequeña propietaria. En la pared destacan las originales creaciones con alambre. 

Piezas de alambre, de Sur Le Fil. Guirnalda, de Under the Tree. Cama, de El Sitio de Alejandra. Colcha verde y cojines, de Coordonné. Plaid, de Zara Home. Estantería y lámpara, de Ikea.

Calidez en el dormitorio

El predominio de la madera en el cabecero y las mesillas consigue un ambiente acogedor. La butaca, el taburete y la cómoda a los pies de la cama potencian la sensación de intimidad.

Un rincón de lectura en el dormitorio

Cómoda y butaca, de Ikea. Cojín estampado, de Ñocoboc. Taburete, de Vintage 4P. El cocodrilo es de Esteoeste. Cabecero, de Ikea. Mesillas y lámparas, de Habitat. Edredón realizado con tela de Ñocoboc. Cojines lisos y colcha, de Zara Home. Las alfombras son de Berberia.

Un baño funcional

El mueble de lavabo, realizado a medida, ofrece una gran capacidad de almacén, básica en una familia con niños. A pesar de ser voluminoso, al ser blanco no recarga el ambiente. 

Encimera roja, de Silestone. Rótulo Love, de Esteoeste. Jarrón naranja, de Berberia. La escultura es de Patricia Losada. Toallas, de Zara Home. Azulejos y suelo, de Porcelanosa. La alfombra se compró en un viaje a Portugal.

Planos de distribución e ideas

EFECTOS ÓPTICOS EN EL COLOR

- En el cuarto de baño predomina el blanco, un color que transmite limpieza pero que, si se utiliza en solitario, puede resultar frío. En este caso, el suelo negro y la encimera en un vivo tono rojo rompen la uniformidad cromática y delimitan dos planos horizontales. Los detalles, como el rótulo Love realizado con teselas rojas, el jarrón con flores o la escultura, añaden más calidez al ambiente. 

- Los azulejos blancos no son uniformes. La pared junto al lavabo y la de la ducha -que se refleja en el espejo- presentan un delicado relieve en forma de círculos. Su textura logra un espacio dinámico.

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