Una reforma con muebles vintage
Transformar un piso convencional en un hogar con personalidad propia es posible mediante una reforma pertinente y la sabia combinación de muebles vintage y objetos de dispar procedencia.
Cuatro meses dedicaron los propietarios de esta vivienda, una joven pareja con dos niños, a transformar un piso poco atractivo —a pesar de sus 100 m2— en un acogedor hogar donde disfrutar en familia. Con unas buenas dosis de imaginación, Mathias y Madeleine (fundadora junto a sus hermanas de http://sixsoeurs.fr/) se pusieron manos a la obra y decidieron sustituir los revestimientos de madera que cubrían las paredes por papeles pintados vistosos y pinturas de colores llamativos. El suelo ganó en calidez al cambiar el antiguo linóleo por parqué en toda la casa, menos en la cocina y en los baños donde ellos mismos colocaron azulejos de un azul intenso. El siguiente paso fue definir la distribución de la vivienda.
El principal objetivo de la reforma era cambiar la disposición y el tamaño de las habitaciones. Así se lograba separar ambientes y crear un tercer dormitorio. La distribución cuenta ahora con una zona de estar generosa formada por dos ambientes: el salón y el comedor. La cocina, en principio abierta, se cerró con una cristalera y una puerta para separarla del comedor y del vestíbulo. Y un pasillo alargado conduce a las habitaciones y a los cuartos de baño. Como el dormitorio principal era amplio, se decidió integrar allí el baño y crear un tercer dormitorio para la benjamina de la casa, que hasta ahora compartía cuarto con su hermano.
En cuanto a la decoración, la pareja se declara fan de la mezcla de estilos: escogidas piezas de diseño acompañan a muebles vintage, heredados o adquiridos en rastros y mercadillos, de los que son auténticos forofos. El resultado es una casa llena de encanto, alegre, colorista y súper personal.
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