Un ático con alma de loft
Lo que inicialmente era un ático compartimentado ha dejado lugar a un piso diáfano, abierto a la terraza, que se convierte en el nexo de unión. El talento del decorador Jorge Varela guió la reforma para aprovechar sus múltiples posibilidades.

De la mano del interiorista Jorge Varela, la joven propietaria de este ático madrileño vio cómo se transformaba en un espacio diáfano, mucho más práctico y adaptado a su estilo de vida. El proyecto contaba con dos premisas: eliminar tabiques innecesarios y llevar la luz a cada rincón.
Para sacar partido a los 80 m2 se abrieron ventanales horizontales en las paredes y se integraron los espacios a través del color y de los materiales. Tras la reforma, el ático quedó convertido en un espacio abierto con salón, comedor, cocina y zona de despacho, con acceso a la terraza, un oasis en la ciudad. Sólo el dormitorio mantiene un tabique divisorio —que lo aísla del comedor— y el baño, totalmente independiente.
En cuanto a los revestimientos, se escogió un suelo oscuro, el mismo en toda la vivienda, que aporta sobriedad, pero que, en contraste con el color blanco de las paredes, pone una nota actual. Las alfombras rojas resaltan aún más sobre la madera. Aquí se han utilizado como recurso para proteger el suelo y delimitar cada uno de los ambientes. Así cada uno guarda cierta independencia del contiguo. Para aprovechar al máximo el espacio se realizaron baldas de obra tanto en la zona de estudio como en la de estar, con lo que se evitó colocar muebles que saturasen. También se prescindió de lámparas colgadas, excepto en el comedor, ya que debido a que los techos no disponen de demasiada altura, iban a dar excesivo calor. En su lugar se han instalado focos minimalistas que penden del techo directamente o sobre guías. Las ventanas, de gran altura en la cocina y en el comedor, compensan las de diseño horizontal. Al quedar abierto a la zona de estar, la decoración del dormitorio había de integrarse en el conjunto, lo que no era difícil de conseguir por la continuidad del revestimiento y la colocación de una alfombra roja junto a la cama. Un escalón delimita la habitación y la eleva del nivel de la planta. Su decoración adquiere cierto nivel de sofisticación por la presencia de un biombo dorado en el frente de la cama.
Varela quiso potenciar el uso de la terraza, una joya al aire libre en plena ciudad, y lo hizo comunicando su acceso directamente con la zona de estar. Este espacio, pavimentado con tablas de madera de teca, acoge una colección de árboles, plantas y flores, una obra de paisajismo que se cuela en el baño a través de las puertas correderas de cristal. El empeño del interiorista por integrar totalmente los espacios y multiplicar la luz le llevó a proyectar una reforma inspirada en las construcciones tipo loft, aunque con una decoración ecléctica, que juega su baza principal en el uso del color y la búsqueda de ambientes cómodos para el día a día.