Micasa
La llegada de su segundo hijo fue decisiva para empezar a buscar un nuevo hogar. El apartamento en el que vivían Sofía y David tenía estilo y era ideal, pero no lo suficientemente grande. Ya que tocaba cambiar, elegirían uno luminoso y con espacio suficiente para los niños. Enseguida empezaron a buscar pisos bajos, pensando en acondicionar su exterior. A través de un anuncio en el periódico encontraron esta casa aunque, en su primera visita, los decepcionó por su deterioro. Tuvieron que hacer otra más, esta vez acompañados de un amigo arquitecto, quien se dio cuenta, enseguida, del potencial de la vivienda con techo alto y una planta casi cuadrada, fácil de redistribuir.
Una reforma integral de diez meses logró extraer lo mejor de la vivienda y cambiarla radicalmente. El primer paso, derribar el muro que separaba la casa del patio y cambiarlo por una gran fachada acristalada, para aprovechar la luminosidad, extraordinaria, y ganar profundidad visual al convertir el espacio exterior en una prolongación del interior.
El segundo, organizar de otro modo su planta para que se orientara hacia el patio. Por eso, la nueva distribución divide la casa en dos mitades, a la izquierda, las zonas comunes, y a la derecha, los dormitorios. Entre ambas, un volumen ocupado por la cocina, proyectada con pocos metros con la idea de hacer más vida en el comedor y el patio.
En cuanto a la decoración, destaca la naturalidad de los ambientes, el mix de muebles vintage y el impacto visual de algunos detalles, como las fotografías de gran formato del salón y el comedor. La altura del techo se mostró como aliada indiscutible para potenciar la luz procedente del patio, pero también para sacar el máximo partido al espacio. Sucedió en el comedor, con el diseño de una gran librería a medida, y también en el dormitorio principal, donde se proyectó un altillo en forma de L, para ganar un vestidor. Espectacular.
Publicidad - Sigue leyendo debajo
En el patio se proyectó este coqueto oasis para refrescarse en los meses más calurosos. Está formado por un pequeño vaso revestido con gresite en varios tonos y dos esculturas de leones sobre pedestales; todo ello se convierte en un guiño a la belleza de una fuente clásica ornamental.
Un salón conectado con el exterior
La fachada acristalada, con puertas correderas, fue una de las claves de la reforma de este piso.Ocupa el lugar de una antigua pared que no potenciaba lo mejor de la casa: el patio, la abundante luminosidad y la altura del techo. Con el cambio, la profundidad visual aumenta, y también la sensación de amplitud.
Un patio con aire muy festivo
Es un espacio green & fresh, que la familia utiliza siempre que el tiempo acompaña, de día y de noche. La pareja que vive en esta casa quería para sus dos hijos un ambiente alegre; lo consiguieron con guirnaldas; una de ellas combina bombillas de diferentes colores.
Mesa Tulip y sillas Bertoia, diseños de los años 50, editadas por la firma Knoll.
Junto a las plantas de gran altura conviven varios cactus mini. ¿Cómo destacarlos? Con macetas de diferente color y un original telón de fondo: un cartel anaranjado antiguo, que los arropa.
La decoración del estar se basa en la mezcla de piezas de origen y materiales diversos. El sofá se encargó a un carpintero y la butaca vintage, adquirida en una almoneda, se retapizó. Las mesas de centro, en acero ultrafino, son un regalo de boda.
Fotografía, de Ignacio Gurruchaga.
La dueña vio este sillón retro en una almoneda y se enamoró de él. La idea de combinar dos tapicerías busca realzar su silueta y conseguir un nuevo look. Detrás, el armario donde la familia guarda películas y música.
Dos vitrinas procedentes de su anterior casa, se integran bien en un pequeño tramo de pared, antesala del patio. En el hueco que queda entre ambas, David, el dueño de la vivienda, aparca su bicicleta.
Protagonista en el comedor
Una fotografía de gran formato focaliza la atención en el comedor, decorado con una mesa de cristal y aluminio y sillas retro, retapizadas. La imagen queda encuadrada con una librería realizada a medida, donde destacan numerosos objetos y recuerdos familiares. Sobre la fotografía se instaló una pantalla enrollable, perfecta para proyectar películas.
Fotografía, de Alejandro Kuropatwa.
Fotografía, de Alejandro Kuropatwa
Con encanto. La fotografía de un nenúfar acapara la atención a primera vista en la librería. Sin embargo, una mirada más atenta descubre el encanto que aporta el mix de algunos objetos y recuerdos familiares.
Especiales en tamaño y encargadas a medida, son diseños elegantes que enfatizan la altura de la vivienda. El cristal en la de acceso a la cocina conduce la luz natural a su interior. A la izquierda, el distribuidor que conduce a los dormitorios.
En la nueva distribución, la cocina ocupa el centro de la casa y tiene acceso a salón y comedor. En una de sus paredes se acertó plenamente al abrir un vano y diseñar una barra con mueble bar. Más funcionalidad en poco espacio.
Los cuatro cuadros sobre la balda son de la artista Isabel Moltó.
Un dormitorio con dos alturas
Un altillo en forma de L, equipado con armarios, es un formidable vestidor que duplica la capacidad de almacén en el dormitorio principal. Bajo ese voladizo, el espacio también se optimiza con un cuarto de baño acristalado, para aprovechar la luz natural, y otro frente de armarios empotrados.
Cabecero tapizado en piel
Elegante y con un diseño atemporal y fácil de combinar con piezas de diferente estilo, armoniza en este ambiente con las mesillas clásicas. A destacar, el impacto visual de las lámparas de sobremesa por su color azul y sus bases geométricas.
Dormitorio con vistas a la piscina
La pared de cristal proporciona sensación de más amplitud y luminosidad extra al dormitorio. La escalera, de líneas escultóricas, y el altillo se eligieron en blanco para aligerar su peso visual y no restar claridad. La habitación se convierte en un área wellness con acceso directo a la piscina.
Rincón de lectura en el dormitorio
La chaise longue del dormitorio es un clásico de Charles y Ray Eames, editado por Vitra, que ofrece máximo confort. Ideal para leer, relajarse y desconectar, forma un tándem sofisticado con la escalera de líneas escultóricas.
La protagonista absoluta es una pared de escalada infantil, por la que trepan los dos hermanos para subir a un altillo donde pueden jugar y leer. Para el descenso utilizan la barra de acero. Al optar por una litera adosada se cede aún más espacio para jugar.
Del techo no solo cuelgan las lámparas, también hay móviles con un gran potencial decorativo. Además, contemplar la silueta de este elefante, por ejemplo, que se mueve sutilmente, resulta muy relajante.
Plano y distribución de la vivienda
Publicidad - Sigue leyendo debajo