Esta casa unifamiliar es una maravilla
Así es esta casa de nueva construcción. Un porche con comedor y ambiente chill out, un interior que capta toda la luz natural y una distribución funcional son las claves del proyecto.
Situada en una zona residencial cercana a Barcelona y de nueva construcción, esta vivienda unifamiliar, proyectada por el estudio Grané Martí Arquitectes, resulta perfecta para Verónica y Quim, sus propietarios. Lo mejor de la casa: una fachada acristalada que la conecta con un porche y el jardín, y su distribución funcional, con los tabiques imprescindibles. El estudio de interiorismo Espais Balmes se encargó de principio a fin de todo: decoración, mobiliario, textiles, iluminación, revestimientos… El resultado: ambientes con continuidad visual, pero no homogéneos, fusión de estilos y mix de texturas.
En el salón, centro neurálgico de la casa, se crearon dos ambientes: estar y comedor. Cada uno tiene un espacio propio, delimitado por sendas alfombras y por la ubicación del sofá que, colocado transversalmente respecto a la pared acristalada, da la espalda al comedor. Conectada con este último a través de un vano sin puerta, para hacer más fluida la circulación, se encuentra la cocina. Se planteó como un lugar de encuentro y no solo destinado a la elaboración de comidas y cenas. A su favor: tiene planta rectangular y cuenta con la misma luz y la misma panorámica del jardín que el salón. Para aprovechar al máximo tanta luminosidad y esas agradables vistas, el centro de la cocina se optimizó con una gran península, con placa, y una barra para desayunos y comidas que, apoyada sobre la primera, queda muy cerca de los ventanales. Desde ambas, la conexión visual con el exterior es total. En la pared más larga de la estancia, una encimera extra larga con fregadero, armarios, hornos y frigorífico. En el extremo opuesto a la cocina, con acceso desde el estar, se situó el dormitorio suite. La luz y el jardín, que también forman parte de él, condicionaron su distribución, bien resuelta con un tabique que no llega al techo. A un lado, hacia el exterior, se ubicó la zona de descanso, y al otro, el vestidor; detrás del cual se encuentra el cuarto de baño.
Por último, la sorpresa que guarda la vivienda: una segunda planta, con una superficie de más de 20 m2, a la que se accede desde el recibidor. Es diáfana, tiene un pavimento diferente, si abajo es gres, aquí es una tarima rústica, y su decoración la convierte en un espacio multiuso.
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