Un piso con aires de estilo étnico
Diseños contemporáneos se combinan con motivos africanos y orientales para crear ambientes sugerentes y muy atractivos en este piso madrileño.

La abundante luz natural de la que disfruta esta vivienda y el hecho de que estuviera ubicada en un barrio bien comunicado, próximo al madrileño parque de El Retiro, fueron las principales razones que impulsaron a sus actuales inquilinos a instalar aquí su hogar. Además, como se trataba de un piso de alquiler, tenía que ajustarse a sus necesidades sin tener que hacer ninguna reforma. En cualquier caso, la distribución de la casa era como la que este joven matrimonio buscaba: un salón y tres dormitorio amplios en los que pudieran recrear ambientes cómodos para ellos y para sus gemelas.
Las paredes pintadas en blanco y los suelos de lamas de madera dispuestas en espiga irían bien con cualquier estilo decorativo que la pareja eligiese. La verdad es que las tareas de decoración no les resultaron nada complicadas; tenían muy claro que apostarían por una atractiva y sutil mezcla de muebles de diseño contemporáneo con detalles y complementos étnicos. Así, los objetos de África se adaptan a los estilos más vanguardistas para crear ambientes multirraciales, sugerentes y actuales. Es, especialmente, en el salón donde mejor se aprecia esa fusión. Junto a los sofás de la zona de estar —de líneas rectas—, la librería, la mesa y las sillas del comedor —todos diseños depurados en madera oscura, casi negra—, se colocaron complementos en bambú, hierro forjado y tejidos de fibras que nos transportan a la Sabana africana. Pero también hay muebles y detalles orientales, como la mesa de centro, el banco de madera de teca que cierra la zona de estar o los adornos de cerámica vietnamita.
Para el dormitorio principal se escogió un futón japonés y, en lugar de cabecero, se fijó una balda de madera laqueada en blanco que sirve para colocar algunos libros y apoyar dos lámparas. También se creó un pequeño y coqueto rincón de tocador, con muebles de bambú, y en una de las paredes se ideó un original sistema que permite tener a la vista una amplia colección de collares. El dormitorio más grande de la casa se reservó para las niñas, con dos cunas de barrotes dispuestas en ángulo. En esta estancia el color blanco es el protagonista de la decoración, aunque se añadieron discretas pinceladas en rosa y crudo, y dos originales retratos de las gemelas inspirados en la obra de Warhol. Por último, y mientras que las niñas compartan cuarto, en la habitación que queda libre se ubicó un agradable estudio.