Un dúplex con estética loft

Este dúplex ganó espacio real y amplitud visual después de una reforma inteligente, que sacó partido a la luz natural con una distribución diáfana. Otro de sus aciertos: la fusión entre la estética loft y la comodidad que requiere una vivienda de uso familiar.

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Este ático dúplex cercano a Barcelona estrena una imagen moderna y ambientes exclusivos, sin renunciar a la comodidad. Sus propietarios, una pareja con dos hijos, encargaron la reforma a la interiorista Mónica López Andreu y al arquitecto Miguel Ángel Carretero, de Ezero Arquitectos. Su deseo era conseguir una vivienda con espacios abiertos y luminosos, donde mayores y pequeños pasaran el mayor tiempo juntos durante el día, aunque cada uno desarrollara actividades diferentes. Por eso, la reforma se basó en crear una gran estancia multifunción en la planta baja. En ella, además de contar con zona de estar y comedor, crearon una amplia zona de trabajo y una cocina, equipada con una gran península.

En la planta alta, a la que se accede mediante una escalera de caracol de espectacular diseño, se ubicaron el dormitorio principal, un cuarto de baño, un vestidor y una zona de juegos para los niños. De esta última arranca una segunda escalera que la conecta con un altillo habilitado como dormitorio infantil. En cuanto a la decoración, destaca la madera de pino como nexo entre las tres plantas y cada uno de sus ambientes. Todas las estancias tienen el entarimado de pino y, además, se separan con listones verticales en el mismo acabado. Incluso la encimera de la península también está realizada con este material.

Junto a la madera de pino, el blanco es el color con mayor relevancia en el proyecto. Paredes, techo y la mayoría del mobiliario resplandecen y propagan la abundante luz natural de la vivienda; aunque para evitar una decoración lineal, se matizó con diferentes tonalidades grises y toques naranjas. El mobiliario de diseño y las alfombras de pelo largo también son clave para romper la uniformidad del blanco, dinamizar la decoración y dar un aire más sofisticado y exclusivo a los ambientes.

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Un recibidor original

Varios listones de madera forman un tabique entreabierto que separa el recibidor del salón-comedor, sin interrumpir el paso de la luz natural. Se realizó en madera de pino, como si fuera una prolongación del suelo. Tarima, de Leroy Merlin. Espejo diseñado por Mónica López Andreu. 

Salón diáfano

En la reforma de este ático se eliminaron tabiques para crear una gran estancia con varios ambientes que permitieran el uso simultáneo de diferentes actividades a toda la familia, una pareja con dos hijos. Por ello, se reservó una zona del salón junto a la librería para ubicar una mesa-escritorio. Próxima a ésta, una butaca de diseño marca la separación entre esta zona y el estar. Interiorismo, Mónica López Andreu. Arquitecto, Miguel Ángel Carretero.

Mesa de centro original

La mesa de centro aporta personalidad al salón por su divertido y original diseño. Mesa de centro, diseño de Mónica López.

Zona de estar y trabajo

El mobiliario de estilo actual con formas suaves y redondeadas, las alfombras de pelo largo y el color blanco dominante dan continuidad visual a la zona de estar y a la de trabajo. Sillas, adquiridas en Eskandal. Flexo naranja, de Corium Casa. Alfombras: blanca, de B&B; y gris, de Francisco Cumellas. Persianas, de Leroy Merlin.

Comedor integrado

En la pared del comedor, y ocultas tras varias cortinas, la interiorista situó estanterías de almacenaje extra. A su lado, dejando un paso amplio para facilitar la circulación, ubicó la zona de tertulia. Frigorífico, de Smeg.

Zona de tertulia

Sofá, de la firma Temas V, con cojines grises y beis, de Filocolore; y con estampado naranja, de B&B. Manta, de Velafusta. Mesa de centro, diseño de Mónica López Andreu, en laca brillo. Puf, de Woodnotes, en papel y algodón.

Cocina integrada

En línea con la estética loft, la cocina se integra en el salón-comedor, sin tabiques que la separen. Es una gran península equipada con muebles blancos y una encimera de madera, que repite el esquema decorativo de toda la estancia. Cocina diseñada por la interiorista Mónica López Andreu, con muebles de Ikea y electrodomésticos, de Whirlpool. Sillas Supernatural, de la firma Moroso, en fibra de vidrio y polipropileno, adquiridas en Arkitectura. Lámparas de techo 172, en PVC moldeado, de venta en Biosca & Botey.

Cocina con península

El diseño de la cocina es un acierto que cumple con el objetivo de compartir en familia el tiempo destinado a las tareas culinarias. Una península, grande pero proporcional a la amplitud de la planta baja, ofrece una generosa superficie de trabajo sin perder el contacto visual con los otros ambientes de la estancia. Incluso en la zona de cocción, donde se da la espalda al comedor, la cuestión se soluciona con un frente de espejo que, además de crear el efecto óptico de más profundidad, multiplica la luz natural.

Dormitorio infantil para soñar

El dormitorio infantil se situó en el altillo abuhardillado, que cuenta con luz natural y ventilación mediante una ventana de tejado. En la zona donde el techo es más bajo, separadas mediante la escalera de caracol, se situaron las camas de los niños, directamente sobre el suelo. De este modo se gana altura y el ambiente adquiere un aire más informal. 

Zona de juegos

En la planta alta del ático se reservó un espacio amplio para que jugaran los niños. Éste se conecta visualmente con el altillo, donde se ubicaron sus camas, a través de un tabique entreabierto con listones de madera. Mesa y sillas, de Barruguet. Pizarra diseño de la interiorista. Alfombra, de la firma Lorena Canals. 

Una escalera de diseño y funcional

La escalera de caracol, junto a la madera de pino, es una de las señas de identidad de la vivienda. Mantiene el mismo lenguaje estético que el resto de la casa y por ello, se integra fácilmente en la decoración. Destacan elementos como la barandilla de madera curvada, que la estiliza, así como los peldaños volados y los cables de acero en aspa, claves para aligerar su peso visual. Sobre ella, una ventana de tejado garantiza la entrada de luz natural en la planta superior durante el día. Además de suponer un ahorro en el consumo de electricidad y facilitar la ventilación natural, hace más seguro el uso de la escalera. 

Dormitorio principal

Sin muebles, ni distracciones, una cama baja se convierte en la protagonista del dormitorio principal. Las claves: se centra con dos apliques y unas mesitas auxiliares. Para vestirla se optó por una mezcla de texturas y, a sus pies, se colocó una gustosa alfombra, que invita a descalzarse. Apliques Tolomeo Faretto, de Artemide, adquiridos en Biosca & Botey. Edredón de terciopelo, manta azul, colcha blanca, cojines y puf, de Filocolore. Alfombra, de B&B. 

Cuarto de baño muy personal

Con un espejo circular, una lámpara joya, un lavamanos de mármol y un mueble laqueado en azulón, el baño se convierte en un espacio exclusivo. Además, resulta cálido y coherente con el resto de la casa, al contar con la madera de pino como material clave en su decoración. Mueble diseñado por la interiorista, realizado en DM laca brillo y madera de roble. Lavamanos de mármol, en Gunni & Trentino. Lámpara Caboche, de Foscarini, en Biosca & Botey. Toallas, de Filocolore. Estantería, de Ikea. 

Plano de la casa e ideas

En la pared del patio, detrás de la cocina, se instaló un cerramiento de cristal translúcido que garantiza la entrada de luz y evita unas vistas que nada aportarían al interior. Combina elementos fijos con una gran ventana central, que proporciona ventilación natural.
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