Una casa familiar en La Toja
Luminoso y muy acogedor, este dúplex en la playa se ha convertido para sus propietarios en el refugio ideal donde relajarse y pasar las vacaciones.

Cuando los dueños de este dúplex encargaron la decoración de su interior a Carla Rotaechetenían claro su objetivo: sacar el máximo partido a la luz natural.
Los propietarios—un matrimonio joven con dos hijos— adquirieron la casa para los meses de vacaciones, después de pasar años disfrutando del verano en el sur. Por eso querían, en la medida de lo posible, que la casa fuera muy luminosa. Para conseguirlo no bastaba con pintar de blanco o elegir este color para las tapicerías, ya que se corría el riesgo de crear una decoración impersonal, con ambientes pulcros pero demasiado fríos. Por ello, confiaron el proyecto de interiorismo a Carla, quien supo emplear el blanco en su justa medida. Paredes y techos, en este color, multiplican la luz natural que entra por los amplios ventanales de la casa sin deslumbrar. La clave para lograrlo fue equilibrar el blanco con tapicerías en tonos naturales, con texturas diferentes y muebles de madera pintada o en su tono natural. En la planta baja la zona de estar y el comedor comparten espacio.
En el estar, los dos sofás se tapizaron en blanco, con un tejido con textura, y sobre ellos destacan varios cojines estampados que aportan color al ambiente. Completan la decoración muebles de diferentes estilos y materiales: una mesa de centro y un espejo de madera pintada y envejecida; mesas auxiliares de madera oscura y fibra, y dos butacas, también de fibra vegetal, que son los diseños más actuales. Junto al estar se situó el comedor comunicado con la cocina mediante un pasaplatos que, además, sirve para ampliar visualmente la primera. Aquí, en contraste con el aparador —un armario muy voluminoso que se pintó en blanco para integrarlo y aligerar su peso visualmente—, la mesa y las sillas se eligieron de madera natural. En la planta superior se encuentran los dormitorios. En el de matrimonio, pintado en blanco, el toque de color lo ponen las tapicerías verdes; mientras que en el infantil, las paredes en azul añil contrastan con los muebles y la ropa de cama siempre en tonos claros.