Un piso de estilo clásico actualizado decorado con espíritu inglés

Para cumplir con los objetivos de la reforma de esta vivienda de planta alargada, la interiorista reorganizó los espacios separando la zona de día de la de noche con el recibidor como pieza clave.

La zona de día con el salón-comedor y la cocina abierta a la sala de TV, tiene como objetivo conseguir ambientes visualmente más amplios y espaciosos con una distribución que ayuda en la interacción de la familia.

Los propietarios también querían mantener una serie de piezas de herencia familiar de aires clásicos y victorianos, para lucirlas en un ambiente algo más rústico que definiera su estilo decorativo. "Hemos conseguido un mix un tanto ecléctico, con la mezcla de pieza muy rústicas, algo toscas y básicas, con elementos señoriales", señala Pia Capdevila.

El interiorismo general de la vivienda se realizó con una base neutra en la zona de noche y colores más intensos en la zona de día, aprovechando las grandes dosis de luz natural que entran por las ventanas de este quinto piso.

Mesa, de Merc&Cia. Las sillas son piezas antiguas retapizadas por la interiorista con textil antimanchas, de Pepe Peñalver. El arrimadero es un diseño a medida en DM lacado blanco con buffet oculto, diseño de Pia Capdevila. La consola, el cuadro, la lámpara y el espejo son piezas antiguas de la propiedad.

La cocina se abrió al comedor a través de una pequeña ventana que hace la función de pasaplatos, dentro de un muro de carga que no se pudo eliminar.

Aunque te pueda sorprender, la familia no quería una zona office dentro de la cocina, ya que preferían utilizar el comedor. ¿La solución? Una isla que separa la cocina del salón mediante un biombo de madera acristalado. Este último permite que la cocina y la zona de televisión se conecten visualmente, algo imprescindible para mantener vigilados a los niños cuando crezcan.

En el dormitorio principal se diseñó un vestidor de grandes dimensiones con puertas acristaladas de espejo que aportan mayor amplitud a la habitación.

Para iluminar el dormitorio se utilizaron unas lámparas de cristal redondo de estilo clásico que penden sobre las mesillas de noche. El cabecero se eligió también en madera clara y se decidió no utilizar textiles en las ventanas, ya que estas se cierran con porticones y así se consigue aligerar el espacio.