Un dúplex con vistas al mar

Una base de tonos crudos con detalles de vivos colores marca la decoración de este dúplex malagueño con estupendas vistas al mar.

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Cuando su empresa le destinó a Marbella, el dueño de este dúplex aceptó el cambio de buen grado. Tanto a él como a su mujer les atraía mucho la idea de cambiar la vida en Madrid, su cuidad natal, y trasladarse a vivir a una zona costera más cálida. Además, consideraron que sus dos hijos adolescentes agradecerían el cambio a un lugar donde pudieran disfrutar de más tiempo al aire libre.

Las condiciones que ella impuso antes de hacer el cambio fue buscar una casa con vistas al mar, espacio suficiente para invitar a su familia y una terraza grande para instalar una zona de estar. Por eso se decidieron a comprar este dúplex ubicado en la urbanización Las Tortugas. Edificada en una colina junto a Puerto Banús y con fabulosas vistas al mar, es una zona muy tranquila a pocos minutos del centro. En cuanto a la decoración, lo tenían bastante claro; aficionados a seguir las últimas tendencias, querían crear ambientes sosegados y de estilo actual. Con estas pautas se pusieron en manos del decorador Pedro Peña a quien dejaron libertad total para elegir muebles, colores, tapicerías, etc.

El interiorista apostó por los tonos crudos y blancos como base para toda la vivienda, y personalizó cada habitación con un color más vivo. En el salón, por ejemplo, destacan una pareja de butacas tapizadas en un rojo oscuro y varios detalles en el mismo color. También se jugó con el contraste entre tonos claros y oscuros; se eligió una mesa de centro en madera de wengué y cortinas a rayas en beis y tostado. Para el comedor, en cambio, el decorador escogió muebles de madera clara para marcar la separación respecto a la zona de estar. En los dormitorios siguió el mismo esquema decorativo: predominan las gamas naturales como base y se combinan con detalles en colores más intensos. En el cuarto de los chicos, por ejemplo, destacan los cabeceros de las camas, en un azulón intenso, y en el dormitorio principal, los complementos y la butaca, que son de color verde.

En espacios como la cocina y el cuarto de baño, en los que debe primar la funcionalidad, el decorador prefirió un estilo más tradicional, a base de materiales cálidos y resistentes: madera de cerezo para los muebles de la cocina, rematados con una encimera de granito, y mármol y madera ––en acabado natural o laqueada— para el cuarto de baño principal.

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En el salón se jugó con los tonos claros de las tapicerías y las maderas oscuras de los muebles.

Un contraste muy decorativo que se completó con algunos detalles en rojo oscuro: las butacas, los cojines y los complementos. Todos los muebles son de Pedro Peña. Sobre la mesa de centro, complementos de venta en Segunda Época.

La terraza

Para disfrutar al máximo del clima cálido del sur, en la terraza se colocó un comedor con muebles de teca, resistentes a la intemperie. 

La cocina se comunica con el comedor mediante un amplio pasaplatos que, además, hace las veces de barra de desayunos.

Los armarios, que se eligieron de madera de cerezo, se combinaron con una encimera de granito. 

Junto a la zona de estar se incluyó un mueble de poca altura laqueado en color crudo, que se integra muy bien en la decoración.

Además, para potenciar la sensación de amplitud, en lugar de cuadros o láminas enmarcadas, sobre él se colocaron dos espejos rectangulares con el marco de madera. 

Para delimitar visualmente el salón y el comedor, éste último se amuebló con muebles de madera clara y tapicerías en tonos crudos.

Caminos de mesa, de Gastón y Daniela. Menaje, de Segunda Época. 

La idea

En el cuarto de los hijos en lugar de un escritorio convencional se colocó una consola estrecha, que no impide el paso hacia la terraza. 

En el cuarto de baño principal las contraventanas con celosías dejan pasar la luz y preservan la intimidad.

Las puertas del mueble que hay bajo la encimera del lavabo se realizaron a juego, aunque pintadas en blanco. 

En el cuarto de los chicos predominan los tonos crudos como base animados con detalles de vivos colores, igual que en el estar.

Destacan los cabeceros tapizados en azulón y los edredones, a rayas en varios tonos de naranja. En cuanto a los muebles, se alternan los de madera con otros de fibra vegetal. 

El dormitorio principal transmite sensación de orden y sosiego.

Los complementos, en verde, marrón y naranja, contrastan con los tonos crudos de la pared y la colcha. Las mesillas, de diseño sencillo, se eligieron en madera de wengué; una opción muy actual y atractiva. 

Color: 3 tonos actuales

Madera y acero son una buena elección para crear ambientes modernos; deja los toques de color para los complementos. Acero R0.05.70 y rosa A0.30.40 de Bruguer; y ocre 6320, de Titan.

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