Un dúplex moderno y funcional
La búsqueda de la luz y de espacios más amplios fueron los objetivos principales a la hora de reformar esta casa gallega, situada frente al mar.

Su envidiable situación, frente a la playa, y sus increíbles vistas fascinaron desde el principio a los actuales propietarios de esta casa gallega decorada por Rebeca Terrón. A pesar de todos los cambios que precisaba el interior de la vivienda, sucumbieron a sus encantos; contaba con una distribución muy compartimentada, mal aprovechada y con multitud de espacios sombríos que los llevó a plantear una reforma completa. En primer lugar, y dada su pasión por el mar, convirtieron la fachada principal en una enorme cristalera con el objetivo de contemplar la playa desde todos los ángulos del estar y, cómo no, de disfrutar de la luz natural hasta la puesta de sol.
El problema era cómo tamizar la claridad en las horas más intensas sin oscurecer la zona. La solución fue colocar unos estores enrollables tipo screen, un tejido muy novedoso, excelente aislante del frío y del calor y con una peculiaridad: es translúcido desde el interior pero opaco desde fuera, idóneo para preservar la intimidad. En cuanto a las obras, la reforma llevada a cabo en esta planta fue total: sólo se respetaron el antiguo trastero y la habitación de invitados, que ahora cuenta con un baño incorporado. El resto del primer piso cambió por completo, al eliminarse casi todos los tabiques y ampliar la cocina. En el estar, que actualmente goza de más metros, se incluyeron algunos elementos fijos de diseño, entre los que destaca un tabique de cuadrícula de madera, que no se utiliza como librería, sino como separador entre el estar y el recibidor. También llama la atención un panel de madera que cierra la zona de estar y que, además, aporta calidez al ambiente.
La cocina se amplió para ubicar un práctico cuarto de lavado y plancha. La reforma principal del primer piso se centró en ganar metros, lo que se consiguió al incorporar la terraza. Gracias a esta ampliación se pudieron incluir dos nuevos cuartos de baño completos y mantener los tres dormitorios existentes; dos de ellos con un baño compartido y un tercero ubicado en una zona independiente. Este espacio, concebido como una pequeña suite, dispone de un baño muy amplio con una estupenda ducha de obra. El rincón que se ganó tras incorporar la terraza, que ahora queda dentro del dormitorio principal, se destinó a zona de trabajo, totalmente acristalada y con espacio suficiente para incluir una librería baja. Con esto se consiguió hacer realidad un sueño: trabajar desde casa con la playa y el mar como escenario. Un lujo accesible sólo a unos pocos.