La planta de la vivienda tiene forma de triángulo, pero aún así los espacios están muy bien resueltos y aprovechados. En una de las esquinas se dispuso una enorme cocina con comedor. El salón tiene salida a una terraza y, además, cuenta con dos dormitorios, una sala de estar y dos baños.
El proyecto de reforma se centró en potenciar la iluminación natural. Para ello, fue necesario invertir, literalmente, la reorganización de los espacios originales, con el fin de flexibilizar su uso y adecuarlo a las necesidades familiares. En uno de los vértices del triángulo que forma la planta de la vivienda -un amplio invernadero interior que permite la entrada de luz desde el patio del edificio a la zona central- se ha instalado un comedor, en el que se hace gran parte de la vida diaria.Aquí se ha integrado también la cocina, de diseño minimalista, ideada por los arquitectos y ejecutada por Zellari, de Nuzzi. Desde este espacio se accede a los dormitorios y los baños, así como al salón, situado en el extremo opuesto. La circulación es muy cómoda y el espacio está rentabilizado al máximo.
DESENFADO DECORATIVO
Si algo destaca de los interiores es su vivacidad. La base blanca de las paredes y el suelo de tarima, de la firma Haro, sirven de perfecto fondo para usar colores intensos en los muebles y complementos. Incluso en el dormitorio principal, se expone un cuadro de Línea Lateral en el cabecero que rinde todo un homenaje al color. A la paleta cromática se añade el mobiliario contemporáneo que contribuye a crear un ambiente chispeante.
Toda la reforma de la vivienda ha sido llevada a cabo por Carlos Manzano Arquitectos (www.cmanzano.com), el estudio de arquitectura en el que los propietarios del piso depositaron toda su confianza... ¡y acertaron!