Sus propietarios querían una casa con una distribución funcional, fácil de alquilar. Y el punto de partida no era sencillo. “Esta tenía tres dormitorios, un salón escaso, un recibidor demasiado grande, un baño enorme y una cocina. Así que fue necesaria una reforma integral, pero no sólo para reorganizar sus 50 m2, sino también para paliar desperfectos. Decidimos eliminar un dormitorio para ampliar el salón y conseguimos rentabilizar los metros cuadrados para sacar dos baños completos”, aseguran desde el estudio que se encargó de las obras. Además, ahora un cerramiento acristalado lleva luz natural a la cocina y, a la vez, da juego, porque permite comunicar y dividir este espacio con el salón en función de las necesidades. También hubo que mejorar la instalación eléctrica y actualizar los revestimientos para que la casa resultara acogedora. “Al fin y al cabo, la vivienda es el espacio en el que uno tiene que sentirse a gusto y, definitivamente, esta no era un buen ejemplo a seguir.”
En los acabados, se apostó por un fondo neutro que resultara agradable a cualquier tipo de inquilino: suelo cálido de madera, paredes impolutas y perfiles lacados en gris tanto en el cerramiento de la cocina como en la pared con espejos del comedor. Aunque con una excepción. “Normalmente tocamos colores suaves y poco invasivos, pero creemos que los espacios pequeños, para tener presencia, necesitan un aporte de originalidad. Por eso, para uno de los baños escogimos un papel pintado colorido”. El mobiliario es nuevo, excepto las mesitas de la zona de estar, que son de anticuario. Otras piezas fueron diseñadas ex profeso para encajar con el espacio disponible, como el cabecero del dormitorio, el mueble del salón o la mesa del comedor.El resultado es una casa dinámica, con estilo y personalidad. ¿Cómo no iba a gustar?
SEPARAR LA COCINA SIN TABIQUES
Una puerta corredera es una solución para integrar espacios o dotarlos de privacidad cuando la ocasión lo requiera. Valora si prefieres que vaya empotrada en el tabique —y así aprovechar la pared con muebles— o que quede a la vista, instalada sobre rieles o guías en la parte superior o en el suelo.Cualquier cerramiento acrisladado con ventanas de guillotina o de apertura plegable, te permitirá dar independencia a la cocina y, a la vez, comunicarla con el salón. Además, con solo abrir las ventanas, ganarás una zona de barra para desayunos y comidas rápidas.Otra posibilidad para delimitar una cocina abierta al salón, sin pared, es instalar una isla o península que haga las veces de barra de desayunos. Para ello, bastará con añadirle una encimera volada, que permita acoplar las piernas cómodamente debajo, y completarla con un par de taburetes.