Un amplio piso de 65 m² decorado por Pepe Leal

¿Es posible que este piso, en apariencia muy amplio, tenga sólo 65 m2? No se trata de un truco de ilusionismo, sino el resultado de una distribución y una decoración que Pepe Leal supo adaptar a la realidad de sus dueños.

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La historia de este piso se remonta al siglo XIX. Entonces, el edificio disponía de viviendas amplias, con techos infinitos y elegantes balcones a la calle. Fue en el siglo XX cuando, en plena década de los años 50, se decidió remodelar el inmueble y dividir aquellos pisos de gran tamaño en viviendas de 65 m2. Y uno de ellos fue el que adquirieron, años después, los propietarios de esta casa. Cuando la descubrieron, disponía de una distribución compartimentada. Por eso, confiaron la reforma integral al decorador Pepe Leal.

Su propuesta, organizar un único espacio que albergara el salón, el comedor y la cocina para crear sensación de amplitud, les cautivó. Pero aún había más ideas. Además del gran espacio diáfano, Pepe Leal organizó un dormitorio tipo suite, con vestidor y baño incorporado. Una segunda habitación y un aseo completaban la nueva distribución de la vivienda. En cuanto a los revestimientos, en el suelo se instaló una tarima de roble de 20 cm de ancho. Las paredes se enyesaron y acabaron con pintura plástica mate en un tono champiñón, “marca de la casa” —asegura Pepe leal— que, cuando se ilumina, refleja una luz cálida. La carpintería que se encontraba en buen estado, se mantuvo, mientras que la que se reformó, se hizo con materiales y diseños que encajaran con el estilo del piso.

La iluminación fue otro factor clave. Los focos de la zona de estar y el pasillo son halógenos modelo QR-111, de Oliva Iluminación, que permiten diferentes grados de apertura de las bombillas. ¿El resultado? Una luz tenue o intensa, según las necesidades, que proporciona una iluminación general o puntual —por ejemplo, centrada sólo en una pieza— a demanda. El efecto perfecto para una decoración personalizada a la medida. 

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Irregularidad camuflada

Una de las paredes de la zona de estar estaba descuadrada. Para que el espacio del salón fuera regular, Pepe Leal diseñó una estantería y un armario -a la izquierda de ésta-, que oculta el equipo de música. Al carecer de tirador, parece que se integra en la pared. Del Showroom de Pepe Leal: sofás modelo Conde Duque, mesa de centro de madera de olivo, butaca de los años 50, de mimbre con patas de hierro, y taburetes de roble

Detalles sutiles en la decoración

Cada hornacina de la estantería del salón se pintó en un color diferente: morado, verde lima y azul, en sus tonos más pálidos. Un delicado guiño del interiorista. Libélulas de metal, jarrones de madera, plato de loza inglés de los años 60 y candeleros de plata franceses. Todo, procede del Showroom de Pepe Leal.

Salón, comedor y cocina

Aunque zona de estar y comedor comparten el mismo espacio, ambos ambientes quedan bien delimitados. La estera de esparto teñida cierra la zona asignada al salón. Además, la lámpara de madera y el ventilador de techo centran cada ambiente. Ventilador, de Inthai. Del Showroom de Pepe Leal: lámpara de haya curvada, mesa de comedor de madera de palisandro, sillas a juego, tapizadas con cheviot y estera.

Espacio compartido

La fórmula de salón, comedor y cocina sin tabiques, permitió rentabilizar los 65 m2 del piso sin crear mini habitaciones angostas. Muebles de cocina, de Dismuco. Los electrodomésticos son de la firma Siemens. Grifería, de Grohe.

Una decoración acogedora

Los complementos y piezas de mobiliario realizados en diferentes variedades de madera consiguen esa atmósfera de intimidad que se respira en la vivienda. El olivo, en el caso de la mesa de centro, la encina de los jarrones o el roble de los taburetes rememoran la belleza de árboles centenarios.

Muebles con personalidad

El armario, situado entre el comedor y la zona de estar, es un diseño realizado por el ebanista británico Quentin Lowe, pintado en azul pálido. Cuando sus puertas se abren, el interior empapelado se convierte en un protagonista más de la decoración, atractivo por el hecho de ser inesperado. Papel de Harlequín y jarra de loza diseño de los años 60, de venta en el Showroom de Pepe Leal. Vajillas, de Zara Home y Habitat.

Un pasillo bien aprovechado

Lejos de ser anodino, el pasillo cobra personalidad. Apetece detenerse ante la estantería de obra, y curiosear los libros bajo el foco orientable. La alfombra da prestancia a lo que, en principio, sólo era una zona de paso. Alfombra, de Ikea. Jarrón de asta, del Showroom de Pepe Leal y en acabado bicolor, de The Conran Shop.

Una cocina integrada al comedor

Los electrodomésticos panelados en madera, los frentes de los armarios en nogal y la ausencia de tiradores contribuyen a que la cocina pase desapercibida. Incluso la iluminación, con focos empotrados en la escayola del techo, se suma a esta discreción.

Complementos muy naturales

Los complementos realizados en materiales naturales -loza, mimbre...-, incluso el evocador estampado de la vajilla, con flores y pájaros, hacen que la decoración resulte más cercana y creíble. Salvamanteles de fibra, de Ikea. Del Showroom de Pepe Leal: jarrón con asa de los años 60 y vajilla estampada.  

Dormitorio principal con aire étnico

Sobre el boutí blanco, destaca un kantha indio trabajado con la técnica de bordado bengalí. Los cuadrantes, la pantalla de la lámpara y las cortinas se confeccionaron con una tela a rayas. El cabecero es de listones de madera de pino, pintados en blanco. Boutí, de Zara Home. Kantha, de The 2nd Downtown. Tela a rayas, de Ian Makin, en el Showroom de Pepe Leal. Pie de lámpara, de Borgia Conti. Alfombra, de Ikea.

Cuarto de baño

La irregularidad en la planta del cuarto de baño se resolvió con un plato de ducha de grandes dimensiones realizado de obra. El revestimiento, de piezas porcelánicas horizontales, se instaló con llaga teñida de negro para subrayar su forma. Sobre el lavabo se situó un armario de pared a pared revestido con puertas de espejo. Cuadros procedentes de un mercadillo francés, comprados en el Showroom de Pepe Leal.    

Sueños e ilusiones en el dormitorio infantil

El dormitorio de invitados de hoy está pensado para albergar, en un futuro no muy lejano, la llegada de niños a la familia. La mesita auxiliar de los años 40 con sobre de mimbre y el aplique de pared conviven en armonía con cajones listos para cobijar juegos y muñecas. Mesita y aplique, del Showroom de Pepe Leal. Cama, colcha, cojines, alfombra y juguetes, de Ikea.    

Plano y distribución de la casa

- La gran altura de los techos permitió bajarlos unos 15 cm para encastrar los focos y ocultar las conducciones de las instalaciones sin renunciar a la prestancia del edificio. Además, al reducir ligeramente la altura original, los espacios quedaron mejor proporcionados con la nueva distribución. Las molduras y cornisas de escayola que rematan los techos recuperan y mantienen la elegancia de la construcción, decimonónica.

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