Una casa con jardín para una familia numerosa
Este matrimonio con cuatro niñas quería vivir en una casa con jardín, lejos del bullicio del centro de Madrid. La encontraron, la reformaron y han hecho realidad su sueño.

Con cuatro hijas pequeñas, Raquel y su marido buscaban una casa con jardín, alejada del tráfico y del bullicio de Madrid. El piso donde vivían antes era perfecto. Cuando su primera vivienda se les quedó pequeña, compraron otra bastante más grande, muy cerquita del colegio de las niñas, y la reformaron a su gusto. Pero después de un año viviendo en ella, decidieron huir del centro de la ciudad: alquilaron su casa y se fueron a otra, a las afueras, también de alquiler.
“Cuatro años después la compramos, porque nos gustaba mucho tanto la casa como la urbanización y la zona donde está”, nos cuenta Raquel. “El ambiente es maravilloso, muy familiar, con niños de las mismas edades que nuestras hijas”. La vivienda tiene dos plantas. En la baja se encuentran las estancias de la zona social —cocina, salón y comedor— y en la primera, los dormitorios con sus baños.
Hace unos años decidieron reformar la casa y reorganizar la planta baja en función de su estilo de vida. Se tiraron tabiques para conseguir un gran espacio diáfano y el porche se integró en el interior de la vivienda, convirtiéndose en el rincón preferido de toda la familia. “También cambiamos el suelo de parqué por tarima y quitamos el gotelé de las paredes”, explica Raquel. “Mi marido y yo diseñamos la nueva distribución. Elegimos los materiales y los acabados, y la empresa Reformas Logos llevó a cabo las obras”.
La dueña también se encargó de la decoración, ¡la inspiración le llega de su afición por el mundo del interiorismo! Fiel seguidora de Micasa, le gusta revisar las revistas, bucear en Instagram y Pinterest y, siempre que puede, visita tiendas y ferias de decoración en busca de buenas ideas, rincones encantadores y nuevos hallazgos.
Confiesa que su estilo se caracteriza por ser un clásico renovado y, gracias a él, Raquel ha conseguido que su casa respire una elegancia atemporal. Convencen sus ambientes sosegados, armónicos y siempre equilibrados, con una base en blanco y sutiles pinceladas en tonos alegres.