Esta casa reúne todo lo que sus actuales propietarios deseaban: espacios amplios, mucha luz natural y un jardín con piscina donde estar cómodos y disfrutar con sus tres hijos y con Lola, una perrita labrador retriever con alma de cachorro, a la que le encanta jugar en las zonas verdes. Encontrar una vivienda así en las afueras de Madrid no tenía por qué ser una misión imposible; aunque contaban con transformarla mediante una reforma integral.
Así que lo primero que hicieron fue ponerse en contacto con Galán Sobrini, un estudio de arquitectura, interiorismo y decoración, fundado en 2008 por Cristina Chaves Galán y Adriana Arranz Sobrini, y que conocieron a través de las redes sociales. “Estudiamos con ellos varias opciones de compra —nos cuentan las arquitectas— y, finalmente, se decidieron por esta vivienda. Buscaban más espacio, exteriores con jardín y piscina, luz natural y zonas de recreo, tanto exteriores como interiores, para los niños”. Y tal como habían imaginado, antes de estrenarla, necesitaba una reforma. “Estaba originalmente muy compartimentada en pequeñas habitaciones conectadas por pasillos oscuros”, nos explican.
En primer lugar, definieron los objetivos que querían alcanzar con esta reforma. Por un lado, buscaban “crear habitaciones amplias y luminosas, y zonas comunes abiertas y flexibles”, para lo que se diseñó una nueva distribución. La primera planta se destinó a los dormitorios y a sus respectivos baños.
La zona de día se ubicó en la planta de acceso a la vivienda, con el salón, la cocina y un aseo, y en planta semisótano se creó una zona de estar para los niños, un cuarto de lavado y un dormitorio tipo suite para invitados.
Otros dos puntos fuertes de la reforma fueron la rehabilitación de la escalera y la instalación de un nuevo cerramiento acristalado en el patio interior que conecta visualmente las tres alturas de la casa.
El equipo de Galán Sobrini Arquitectos también se encargó de la decoración y, en este caso, “buscábamos una casa sofisticada, pero funcional. Con telas nobles, como algodones en terciopelo y linos, y estampados atemporales. Queríamos una armonía estética desde la proyección de la distribución hasta la última costura, y lo conseguimos gracias a estar involucradas en el proyecto desde su fase inicial”.
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