PLANO DE LA VIVIENDA
Era un piso antiguo y estaba, como tantos, muy compartimentado. Pero sumaba dos grandes puntos a su favor: una planta rectangular y muchas ventanas que dan, unas, a fachada y otras, a un patio interior. “La primera impresión fue terrible —cuenta Lara—. La casa estaba muy deteriorada y la distribución era malísima. Tenía tres habitaciones muy pequeñas, la cocina estaba en un lado de la casa y el salón, en otro; los baños eran pequeños e incómodos… Además, había un pasillo interminable con el techo muy bajo debido a los altillos de las habitaciones”. ¿La solución de los arquitectos? Primero, eliminar tabiques para ubicar la zona de día, con salón, comedor y cocina, en la parte de la casa que da a la fachada principal, y, en torno al patio, crear un único dormitorio con vestidor y baño integrados.
Segundo, diseñar un espacio versátil que pudiera usarse como dormitorio en momentos puntuales. Además, las paredes, que eran de gotelé vainilla, se alisaron y se pintaron en blanco; el suelo original, de linóleo, se sustituyó por un laminado que imita roble blanqueado; los falsos techos se dejaron a la altura mínima y se diseñó la nueva iluminación. Después de la reforma, que duró algo más de tres meses, llegó el momento de la decoración. “La dueña es una persona muy práctica. Quería una casa funcional, pero con una decoración alegre y divertida”, explican Lara y Dani. Sonia se deshizo de muebles viejos para estrenar armonía y frescura.