Elisa Íñiguez
No hay nada más bonito que ver a una familia unida, sobre todo cuando comparten aficiones tan sanas como el campo y los animales. Por eso mismo, los propietarios de esta casa situada en una zona relativamente nueva de la ciudad de Carmona, ansiaban disponer en su nuevo hogar de un gran patio para cenar durante las noches de verano, y un amplio salón donde poder charlar cómodamente.
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Los propietarios son un matrimonio de mediana edad con tres hijos varones, dos de ellos adultos y uno adolescente. Todos (menos el adolescente, que es estudiante) trabajan en la empresa familiar dedicada a la compra y venta de maquinaria agrícola.
La zona del salón se solucionó con dos sofás, dos otomanas y una chaiselongue en la parte más exterior.
Como la vivienda gozaría de mucho movimiento de gente, se requería que fuese funcional y acogedora, con estancias amplias que incitaran a la conversación y la tertulia.
La vivienda cuenta con una iluminación natural brutal, favorecida por los grandes ventanales de los patios. Además, todas las estancias disponen de entrada de luz natural.
En cuanto a la iluminación artificial, encontramos downlights en techos, y una iluminación indirecta apoyada por lámparas de sobremesa.
Los 300 metros cuadrados de la casa se distribuyen en dos plantas. Abajo: recibidor, salón, cocina, lavadero, distribuidor, dormitorio principal con vestidor y baño, dormitorio del hijo adolescente, baño de invitados, y dos patios, uno exterior y otro más pequeño cubierto.
Los platos antiguos que decoran la pared pertenecen a Bordallo Pinheiro; los jarrones son de Ixia; y la lámina enmarcada de Desenio.
El único mobiliario que los propietarios deseaban integrar en la nueva decoración eran la mesa de comedor con las sillas, y el mueble de vitrina, ambos ubicados en la cocina.
Durante la obra, se encontró un pozo que quedaba justo entre el salón y el patio. Para solucionar este inconveniente, se colocó un cristal a dos alturas (puesto que el patio está más bajo que el salón) y se iluminó interiormente.
La escultura con pie en acero corten, se encuentra flanqueada por dos árboles y dos arbustos con macetones de Guadarte.
Detrás, una pared revestida de piedra de alcor, muy típica de la zona.
Tres colores conforman la estructura de la vivienda: el blanco de las paredes, el gris verdoso que se utiliza en la carpintería de madera y rodapiés, y el tono arena del pavimento.
La cama del dormitorio principal ha sido realizada con tejido de terciopelo de la firma Güell-Lamadrid. Los cojines, a juego con la tela de las cortinas, son de Romo.
A ambos lados de la cama, dos mesillas de noche de Thai Natura, sostienen unas llamativas lámparas de sobremesa de Polonio con pantallas diseñadas por el estudio.
Los espejos cornucopia pertenecen a la antigua casa de los propietarios.
El pavimento general de la vivienda es un porcelánico de Porcelanosa imitación a piedra en tono arena, a diferencia del que encontramos en los dormitorios: una tarima en color roble.
El estilo decorativo es clásico contemporáneo con toques rústicos en algunos puntos, haciendo un guiño al gusto de los propietarios por la vida en el campo.
Todo ello bajo un criterio basado en la funcionalidad en cuanto a los materiales, y la atemporalidad en cuanto a estilo.
Los dos dormitorios de los hijos adultos se sitúan en la parte alta, junto a un baño y una gran terraza.
El baño de los niños, ubicado en la planta alta, se revistió con azulejos de formato alargado en color negro, dispuestos de varias formas.
Al apoyarse en los tonos oscuros y en el uso de la madera, el ambiente es indiscutiblemente masculino.
La escalera que hace de toallero se compró en Leroy Merlin.
El baño de invitados está revestido con un azulejo tipo metro en color gris antracita y el papel vinílico IROKO de Black Edition.
El baño principal dispone de un revestimiento de gran formato de porcelánico imitación a mármol en color gris; un taburete en madera de teka; y un mueble de lavabo lacado en color azul cobalto con tiras de aluminio, diseñado por el estudio.
Pequeños grandes detalles
Aránzazu Díaz Huerta
Aránzazu Díaz es experta en decoración, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo.
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