Esta casa reformada ha duplicado su espacio tras la reforma
Mantener la identidad de la vivienda y ajustarse a un pequeño presupuesto fue el reto de la reforma integral de esta casa de vacaciones en Tenerife que estrena distribución y nueva planta.

Situada en una zona residencial ajardinada en una de las más bellas de las Islas Afortunadas, Tenerife, esta vivienda sufrió un cambio radical al ser adquirida por su nueva propietaria, que decidió reformarla para hacerla más habitable y grande, afín a las nuevas necesidades que supone un destino de vacaciones, ¡y sin variar un ápice el espíritu isleño y su entorno! Todo un reto ya que, al ser una segunda residencia, la dueña contaba con un presupuesto moderado. El desafio lo aceptó el estudio de decoración After L, de la interiorista María de la Osa, que ya había colaborado con la dueña en su vivienda de Madrid.
Con estas premisas y el condicionamiento económico, se decidió velar por encima de todo, por la calidad de la obra. La casa contaba con un garaje/trastero en la planta de calle y un jardín exterior que se conservaron tal cual, aunque en este último se hicieron algunas mejoras; como plantar especies aromáticas y enredaderas para dar color al acceso de la vivienda. Ya en el interior, la reforma fue total. Se eliminaron todos los tabiques para dejar una zona común diáfana, con la cocina abierta al salón, y se creó un dormitorio de invitados y un pequeño aseo con ducha. Esta planta contaba, además, con un delicioso patio que se reformó para darle un aire andaluz. También se decidió añadir una nueva planta donde ubicar el dormitorio principal, con cuarto de baño completo y vestidor.
El acceso a la primera planta se realiza por una nueva escalera de obra con barandilla acristalada, que se aprovechó al máximo al equipar el hueco inferior con armarios. La planta superior se completó con un cuarto de lavandería y una terraza que da al patio. Toda la casa está pintada de blanco —a excepción de la cocina, lacada en un tono coral intenso—, y el suelo se revistió con un laminado claro, excepto el patio que luce baldosa cerámica. Para el mobiliario se eligieron piezas low cost adquiridas en tiendas de la zona. El resultado de la reforma no pudo ser más satisfactorio, ahora sus 170 m2, repartidos en dos plantas, cuentan con espacios gratos y cálidos que invitan a la vida sosegada de la isla y a compartir vivencias con amigos que se sentirán como en casa.
Y lo que es mejor ¡sin pasarse del presupuesto!, como puede comprobarse en el resumen de algunos gastos de obra: la cocina, con electrodomésticos, costó 4.700 €, el baño principal, 3.000 € y el jardín con riego automático, 2.900 €.
Realización: María De La Osa.