Este piso exhibe ambientes únicos, fruto de la creatividad
Gracias a una reforma que recuperó las señas de identidad de la construcción original y a un interiorismo muy personal.

Hay casas que “hablan”. Y esta, tras una espléndida reforma proyectada por el arquitecto e interiorista Juan Luis Arcos, es una de ellas. Una gran zona social que integra salón, comedor y cocina, nos dice que estamos en el piso de una persona joven, a quien le gusta disfrutar con sus amigos; una selección de muebles antiguos procedentes de almonedas y mercadillos indica que tiene una gran sensibilidad por las piezas especiales; y una habitación reservada para pintar, unida a su colección de obras de arte, confirman que tiene vena de artista.
Manuel de la Serna, un apasionado de la pintura, vive en este apartamento, ubicado en el Barrio de las Letras, de Madrid. Él mismo se encargó de decorarlo, pero antes tuvo que enfrentarse a una reforma integral. Manuel confió la renovación de su casa al arquitecto e interiorista Juan Luis Arcos, quien se convirtió en embajador de sus deseos, pues en el tiempo que duraron las obras Manuel vivía fuera de España. “Nos comunicábamos por Skype”, nos cuenta Juan Luis. “Yo le enseñaba los materiales, los diseños… todo. Él escuchaba mis propuestas y, con las ideas muy claras, elegía. Fue un trabajo conjunto.” Así, definieron desde cómo organizar los metros disponibles hasta los revestimientos pasando por detalles más decorativos como la boiserie del salón o el cabecero de obra del dormitorio principal.
El Estudio Juan Arcos empezó por redistribuir la superficie. “Con particiones innecesarias y espacios pequeños, la casa tenía muchas posibilidades”, explica Juan Luis. En colaboración con el arquitecto Pablo Rodríguez, ideó una distribución que, no solo se ajusta a las necesidades del propietario, sino que además optimiza la abundante luz natural que recibe la vivienda. De cuatro habitaciones, una cocina, un baño y un salón pequeño pasó a tener dos dormitorios, un estudio, dos baños y una gran zona común con salón, comedor y cocina.
Las vigas de madera y los muros de ladrillo que aparecieron al derribar tabiques y picar el yeso antiguo se restauraron y se dejaron a la vista por su valor estético, y porque aportan un encanto muy especial. Otro de los elementos que se conservaron fue la chimenea de mármol de los años 30, que da un toque elegante y vintage al salón. Una vez el Estudio Juan Arcos consiguió renovar la vivienda para hacerla más personal llegó el planteamiento decorativo. El dueño quería integrar con naturalidad su mobiliario —en su mayoría adquirido en diferentes viajes por países de América y África— y sus cuadros con diseños contemporáneos. Como bien se puede comprobar, ¡lo consiguió!
CLAVES DE LA REFORMA
Se diseñó una nueva distribución para lograr una zona común amplia, con estar, comedor y cocina integrada. El propietario deseaba también un estudio con luz natural donde poder pintar, su gran pasión.El suelo original se sustituyó por tarima clara en toda la casa, excepto en los cuartos de baño, donde se colocó mármol. Se restauraron los muros de ladrillo visto, así como los pilares y vigas de madera originales, descubiertos en la obra. El techo y las paredes se pintaron de blanco, igual que los nuevos zócalos con molduras del salón. Los cuartos de baño se reformaron por completo. Además, se realizaron nuevas instalaciones de fontanería, gas y electricidad.Realización: Cristina Rodríguez Goitia.