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Un dúplex en la playa
Cada una de las piezas de esta casa se adapta y mimetiza con su arquitectura como si de un todo indisoluble se tratara. Los materiales moldean un interiorismo único, hecho a su medida.
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Micasa
Hearst
Los espacios abiertos y comunicados y la alternancia y continuidad de los mismos materiales en toda la vivienda marcan la reforma integral de esta segunda residencia, ubicada en la Costa Brava. Los arquitectos Miguel Moragues e Ignasi Solsona Tomás, del Taller de Arquitectura Cotacero, fueron los encargados de este proyecto en colaboración directa con la empresa Construcciones Porfit.
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Espacio diáfano
La zona de día carece de divisiones, por lo que se recurrió al mobiliario para crear áreas concretas. La distribución gira en torno al comedor, adosado a la isla de la cocina. Ésta ocupa el fondo de la planta, menos luminosa. La pared del comedor se ha decorado con unos paneles tapizados con el modelo Montella Linen, de Vescom.
Una casa en varios niveles
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La vivienda cuenta con dos plantas y, a su vez, la primera se organiza en dos niveles marcados por los ambientes: zona de estar, en una altura inferior y junto a la puerta de acceso, y comedor y cocina, en un plano superior. El baúl que se ha utilizado como mesa de centro proviene de Luzio. Cuadro, de Lu Ink. Candelabro Bola de billar, de BoConcept.
Zona de reunión
Un sofá modular a medida se adapta al espacio en forma de U. Se apoya en el murete que divide la planta, rematado por una repisa con función decorativa. La alfombra de sisal y un baúl antiguo como mesa de centro conceden ese aire natural y desenfadado que invita a disfrutar sin prisas del tiempo. Estor, de Bauhaus.
Un rincón para relajarse
Sofá Quadratto, diseño del estudio y tapizado con telas de Gastón y Daniela. Cojines, de Lu Ink. Plaid, de venta en Filocolore. Alfombra, lámpara de pie y puf, de Cado
El comedor
Las sillas son el modelo DSW Eames. Lámpara de suspensión Dos, de Dab Marc. Sobre la mesa, mantel de tela vaquera, de Lu Ink, y bombonera, de India & Pacific.
Muebles de roble en la cocina
La cocina se distribuye en dos frentes paralelos, uno de ellos adosado a la pared y el contrario, a modo de isla. En ésta se apoya la mesa de comedor, un plus de comodidad por la cercanía al espacio de trabajo. El mobiliario, acabado en roble natural, aporta calidez a un ambiente decorado con materiales fríos en superficies grandes, como el enyesado blanco de las paredes y el hormigón del suelo.
La cocina
La zona de trabajo, encastrada en el hueco bajo la escalera, linda con el lavadero, delimitado por una cristalera con puerta corredera y un pavimento de listones de teca, diferente al utilizado en el resto de la vivienda. Encimera Blanco Norte, de Silestone. Electrodomésticos, de la firma Smeg.
Dormitorio infantil
En apenas 8 metros cuadrados, la pequeña Memé cuenta con un dormitorio completo con tres camas y un escritorio. Los textiles en rojo y la alfombra caldean el ambiente. Literas, realizadas por Ebanistaría Simó. Alfombra, de BoConcept. Colcha, de Textura. Cojines, de Textura, Filocolore y Lexington. Silla, de venta en DBarcelona.
Detalles cálidos en el dormitorio
La cama, con un cabecero en capitoné, está tapizada con chenilla. A ambos lados, una composición de mesita auxiliar y lámpara de mesa con estructura en madera del mismo tono. El cabecero es idea de Cotacero. Mesa redonda Philos, de Vinçon. Lámpara de mesa Woody, de BoConcept. Cojines, de venta en Lu Ink. Colchas: lisa en color verde, de Filocolore, y de flores, de Luzio.
CLAVES DEL INTERIORISMO:
- Frente a la cama se ha diseñado un armario en tres cuerpos tipo closet. En los extremos hay dos módulos de almacenaje con puertas correderas y entre ellos, un paño abierto, equipado con un sistema modular de almacén.
- La organización del espacio como una suite amplia, sin artificios, imprime carácter. Los ambientes se integran con comodidad, los materiales se coordinan cálidamente. Todo habla de calma y equilibrio en consonancia.
Nexo visual entre el dormitorio y el baño
En la reforma se han eliminado las divisiones incómodas, cediendo su lugar a piezas de mobiliario y soluciones funcionales, como los tabiques de cristal. El objetivo era lograr la continuidad en toda la vivienda, a pesar de contar con dos plantas. En esta zona el suelo también es de hormigón y la madera de roble predomina en la carpintería. En el baño: grifería, de las firmas Hansgrohe y Smeg.
Sutil división del baño
Un panel de vidrio separa el dormitorio del baño y permite que la luz natural alcance este espacio, en el que la ducha también está delimitada por un cerramiento de cristal con puerta. Los acabados en el baño sintetizan la filosofía de todo el proyecto: sencillez y calidez. Lavabo Vero, de Duravit. Toallas y botes, de Filocolore. Jabón, de India & Pacific.
Plano e ideas de distribución
En todos los ambientes se ha recurrido a una paleta cromática cálida de neutros y ocres a partes iguales, con paneles verticales de vidrio que delimitan áreas y distribuyen la luz natural. El objetivo era crear un espacio que transmitiera calma, la que debe reinar en los períodos vacacionales, que es cuando se hace un mayor uso de esta casa de dos plantas. En el nivel inferior, con una distribución lineal, se suceden salón, comedor y cocina desde la entrada principal a la vivienda hasta el fondo, donde se ha creado una zona de lavado. Sin tabiques divisorios, el espacio real se redimensiona y adquiere una mayor profundidad.
En la primera planta, las tres habitaciones —principal, infantil y de invitados— y los dos baños completos están conectados mediante un distribuidor central en el que desemboca la escalera. El dormitorio principal es el más espacioso, mientras que el cuarto de Memé, la pequeña de la casa, se ha ampliado gracias a los muebles a medida que han diseñado en el estudio: dos camas en tren a dos alturas y una tercera tipo nido. En definitiva, un acertado sentido estético viste cada estancia de matices sosegados, idóneos para el disfrute de la vivienda.