Plano de la vivienda
El largo y estrecho pasillo que conducía a las habitaciones se eliminó para crear un comedor contiguo al salón, y la zona privada de la casa se reorganizó para dejar tres amplios dormitorios.
El gusto de la propietaria se refleja en cada rincón de la vivienda, no solo en la decoración, sino también en las decisiones de la reforma, como la elección de cemento pulido para revestir las paredes tanto de la cocina como del baño principal, o del color naranja, su preferido, para el techo de la cocina.
La decoración reforzó el sello personal otorgado por la reforma. “No queríamos una casa recargada y, mucho menos vacía, o que pareciera un catálogo”, nos cuenta María Mezquita. Lo consiguió con piezas muy especiales, pertenecientes a la familia, que combinó tanto con muebles y complementos actuales como con diseños realizados artesanalmente por herreros, tapiceros y lampistas. En definitiva, cuando en Nik Nai Nuna escucharon “Esto es lo que yo quería” dieron el proyecto por felizmente terminado.