Disfruta de este estupendo dúplex familiar decorado en menta y coral
Esta vivienda adosada de dos plantas, ubicada a 25 kilómetros de Bilbao, fue objeto de una redistribución integral para dotarla de espacios diáfanos, llenos de luz.

Situada en la localidad vizcaína de Barrika, esta casa adosada de dos plantas, con un sótano semisoterrado y jardín, se ha transformado por completo para modificar su distribución original. Sus dueños, una pareja joven, demandaban amplitud de espacios y mucha luz, algo que la casa en origen no tenía al estar muy compartimentada. Andrea Diego y Vanesa Vergara, de IN56 Interiorismo, se encargaron de dar respuesta a sus necesidades.
El principal objetivo de la reforma era lograr grandes espacios abiertos donde la luz campara a sus anchas, de ahí que toda la fachada de la vivienda sea acristalada.En el sótano, habilitado en un principio únicamente como trastero, se dispuso una cocina, salón-comedor con mesa de estudio y zona de lavandería. La planta baja, a pie de calle, se diseñó diáfana, sin barreras, de tal forma que el exterior y el interior se funden en un solo ambiente gracias a las puertas acristaladas que comunican la agradable terraza con el jardín y el salón. En ella hay espacio suficiente para disponer de una zona chill out y una mesa de comedor donde realmente se hace vida cuando el tiempo lo permite. El salón interior ahora convive con un pequeño aseo, oculto tras una estructura de lamas de madera, y con la cocina, antes tabicada, y que con la nueva distribución ha ganado una zona de office y una isla que separa cada uno de los ambientes.
Unas cómodas escaleras de peldaño ancho y bajo conducen a la primera planta. Los tres pequeños dormitorios que había en ella se redujeron a uno solo; de esta forma, la nueva habitación cuenta ahora con un vestidor, un cuarto de baño integrado y una amplia terraza. Y ¿qué pasa si en un futuro la familia aumenta? Nada más facil que levantar una pared de Pladur para crear un nuevo cuarto. La cama, centrada, cuenta con un panelado de suelo a techo, a modo de cabecero.
A ambos lados se han colocado dos puertas abatibles que, cerradas, se mimetizan con el panelado. Éstas comunican con el vestidor, un pequeño pasillo justo detrás del cabecero que lleva al cuarto de baño. En el mobiliario, funcional y de diseño, destacan piezas a medida que le dan un toque personal, como la estantería del salón y el cabecero del dormitorio. Los materiales cálidos empleados, como la madera, logran una vivienda sumamente acogedora.
Realización: Cristina R. Goitia.