Espacios amplios, muy luminosa, con una distribución organizada y muy cómoda… “Esta casa tiene muchas posibilidades”. Eso fue lo primero que pensó la arquitecta Susana García Peredo cuando los actuales propietarios, y amigos suyos, le confiaron el proyecto de esta reforma.
Y es que meses antes de comprarla, habían estado en la vivienda de Susana y les encantó: era el resultado de unas obras que ella misma había proyectado. El principal objetivo de esta reforma era modificar la disposición y el tamaño de las habitaciones. El matrimonio tiene tres hijos, un niño y dos niñas, y querían que él tuviera su propio espacio y que ellas durmieran juntas. Eso sí, pensando en el futuro, plantearon un tercer dormitorio como cuarto de estudio. Su propósito era que la vida familiar se desarrollara en la planta baja y que todos los dormitorios estuvieran en el primer piso.
Susana ideó una distribución que conectara la casa con el jardín que la rodea. Así, el salón se comunica con el porche y se abre al exterior a través de grandes ventanales. Además, el patio ajardinado que queda entre la cocina y el comedor y un ventanal en la entrada de la casa dotan a toda la vivienda de abundante luminosidad. Otro de los deseos de los propietarios era contar con un dormitorio en suite. Originalmente la habitación principal era bastante grande y contaba con un vestidor al que también se accedía desde dos baños independientes. Se tiraron unos tabiques y se levantaron otros para crear un amplio espacio con vestidor y cuarto de baño integrado. El otro se independizó.
En cuanto a la decoración, se aprovecharon los muebles de la anterior vivienda de los propietarios y los ambientes se vistieron en tonos neutros con pequeñas pinceladas de color. También se incluyeron piezas que la arquitecta diseñó ex profeso para la casa, como las librerías del salón, la mesa de comedor y los muebles de los baños. Sin duda, Susana había conseguido crear un hogar, una casa acogedora “para toda la vida” a la que los dueños van dando carácter y personalidad a través de diseños y complementos escogidos con esmero.
Realización: Pilar Perea. Ayudante: Paula Balboa.