Una casa serena y elegante
El protagonismo absoluto del color blanco marca la decoración de esta vivienda malagueña, ya que, además de intensificar la luminosidad, unifica y da continuidad a los espacios.

En la localidad malagueña de Marbella se encuentra esta casa, en la que la característica luz de la Costa del Sol inunda todos y cada uno de sus rincones. La vivienda se distribuye en dos plantas. En la baja, de unos 40 m², se encuentran la cocina, un aseo y un espacioso salón, con salida directa hacia el jardín, en el que se crearon dos ambientes: zona de estar y comedor. La primera planta, de 24,50 m², se reservó para los dos dormitorios y un cuarto de baño.
La interiorista Berta Cayuso se encargó de la decoración. El objetivo era lograr ambientes acogedores, donde el sentido práctico y funcional estuviera siempre presente, pues se trata de una casa de veraneo. El color blanco marcó la pauta de la decoración, y domina prácticamente todas las estancias; desde las paredes y los muebles hasta la mayoría de las telas y tapicerías. Esta tonalidad, además de intensificar la luminosidad y crear una atmósfera de amplitud y tranquilidad, aporta continuidad a los ambientes. Aunque, para romper su absoluto protagonismo, se añadieron piezas de madera en tono chocolate, que destacan mucho más sobre el fondo neutro y crean un contraste muy decorativo y actual.
El suelo pavimentado con baldosas de mármol en color marfil también contribuye a unificar los ambientes. Además, gracias a estas pinceladas, se ganó en armonía y calidez. En el dormitorio infantil se dio otra pequeña concesión al color. En este caso, como no podía ser de otra manera tratándose de una casa en la costa, el blanco se alternó con diferentes tonalidades de azul para hacer la estancia más fresca, alegre y acogedora.