Hearst
Une y vencerás. Esto parece que ha pensado el propietario de este minipiso (a la venta en la inmibiliaria Alvhem) situado en la quinta planta de un edificio de 1.920 de Linnaeus, la zona más cotizada de Gotemburgo en la actualidad. Su particular lucha era contra los escasos 38 metros cuadrados de su vivienda y su plan de ataque fue unir diferentes usos en una misma estancia para evitar vivir sin estrecheces. El salón, por ejemplo, ahora comparte espacio con el dormitorio y la cocina con el comedor, logrando un interior mucho más funcional.
El piso ha sido restaurado con cariño, preservando los suelos de roble y las molduras originales y aprovechando la altura de 3 metros de los techos para inventar altillos y dos armarios empotrados, uno en la entrada y otro junto a la cama. Los colores, o más bien la escasez de ellos, ha sido la herramienta que ha empleado para unir visualmente los espacios: mucho blanco, gris, negro, fibras, cuero y madera, dinamizados con plantas, obras de arte y accesorios. Menos es más.
Publicidad - Sigue leyendo debajo
38m2 muy bien aprovechados
El ingenio y el buen gusto ha logrado exprimir todo el potencial de este minipiso de Gotemburgo.
Al estar situado en la quinta planta de un edificio la luz inunda todo su interior y está lejos del bullicio de la calle.
Se han colocado unas planchas de piedra para aprovechar este hueco como espacio expositivo.
Un sofá de cuero negro y una silla BKF componen el espacio destinado al salón.
Seis dibujos en blanco y negro ponen el toque arty al salón.
Para hacer más funcional el piso, el dormitorio y el salón comparten el mismo espacio.
La escasez de colores sirve para crear unidad visual entre los espacios.
Juntar la cama a la pared, delimitar el salón con una alfombra, colocar un perchero junto a la cama... este piso está lleno de soluciones originales.
Junto a la cama se ha instalado un armario de suelo a techo, aprovechando toda la altura (3 metros).
Juntoi al salón-dormitorio se encuentra la cocina-comedor.
Una vez más, unir espacios logró una cocina con suficiente espacio para tener una zona de office bastante amplia.
Es el color que predomina en esta cocina.
También ha sido muy importante para ampliar visualmente los espacios.
Las sillas de los Eames se fusionan perfectamente con el resto gracias al blanco.
Los suelos de roble son originales de la casa.
Los 3 metros de techo permitieron crear un altillo que resuelve la falta de espacio para almacenar.
También se instaló aquí un armario para los abrigos y los zapatos.
Se ha revestido con un tradicional azulejo 10x10 blanco.
Se ha combinado con otro azulejo gris en la zona de la ducha y en el suelo.
Vista del edificio de 1920 que acoge el minipiso.
Publicidad - Sigue leyendo debajo