Este piso se vendió en menos de 24 horas
Viendo el antes y el después de este piso entenderás el poder que tiene una buena reforma.

Destacar entre la oferta inmobiliaria de las webs de venta de viviendas no es sencillo. Los compradores se sumergen en un mar infinito de propiedades, todas muy parecidas, bajando con el ratón rápidamente hasta que una joya se cruza en su mirada, haciendo que frenen en seco, despertando su curiosidad, hasta que clican para conocer más de ella. El trabajo de Asun Tello, interiorista y experta en Home Staging, es lograr que esto ocurra. Un efecto que ella llama, "lo quiero y ¡ya!".
Un buen ejemplo de ello es el piso que hoy visitamos. Situado junto al parque Madrid Río, a pocos pasos de Matadero, sus 65 metros cuadrados habían quedado sumidos en los años 60. "Estaba totalmente desactualizado porque había vivido un matrimonio de avanzada edad con pocas ganas ya de meterse en obras", nos explica Asun. Sus hijas, al heredarlo, no tenían muchas ganas de reformarlo, "por esa mezcla de respeto, cariño y nostalgia que se tiene a la casa de los padres", pero al conocer los milagros que el estudio de la interiorista podía hacer con pisos viejos, se animaron a probar.
Lo primero que hizo fue estudiar cuánta inversión merecía la pena hacer para actualizar la vivienda, teniendo en cuenta el precio final al que podría venderse. En este caso, meterse en obras se vio como algo esencial para hacerla atractiva para los posibles compradores. La reforma consistió en cambiar de lugar el baño y la cocina, trasladando esta última junto al salón, para poder abrirla y crear una zona de comedor con barra que aprovechara mejor el espacio. El baño pasó al lugar que antes ocupaba ella, ampliando sus límites para que resultara más cómodo. El resto de la distribución de la vivienda permaneció igual, manteniendo los tres dormitorios por considerar que sería más atractiva a la hora de venderla.
El barrio en el que está situado el piso fue la inspiración para los acabados, colores y decoración. Es una zona con muchos espacios verdes y centros culturales, por lo que el estudio quiso crear un interior en el que una persona inquieta intelectualmente y amante de la naturaleza se sintiera bien acogida. Todos los suelos se cubrieron con una tarima clara, consiguiendo un pavimento continuo que amplía visualmente los espacios; las paredes se pintaron de blanco para ganar claridad y con un friso de color verde que recuerda a los pisos antiguos y añade movimiento y personalidad, y las puertas se eligieron en un pino natural con tirador de hierro negro.
Para la decoración, Asun realizó una mezcla de los estilos industrial, nórdico y tropical con piezas rescatadas por Smökit y adquisiciones de Maisons du Monde, Leroy Merlin, Muy Mucho y Zara Home, que terminaron de rematar este cambio radical. "cuando las dos hermanas (que conocían tan bien esta casa, que durante años fue la familiar) vieron el proyecto terminado, coincidieron en que no parecía para nada la misma casa y que había superado sus expectativas totalmente", expone Asun con orgullo. No fueron las únicas que quedaron contentas con el resultado, ya que la vivienda se vendió en tan solo 24 horas. Una buena reforma logra hacer milagros.