Puesta a punto de un apartamento para alquilar
Realizar unos cambios en una propiedad para alquilar puede aumentar mucho las posibilidades de encontrar un buen inquilino. Este piso de Zaragoza es un buen ejemplo de ello.

Un buen inquilino suele fijarse en los más mínimos detalles. Por eso es básico, si queremos atraer a los habitantes correctos, preparar lo mejor posible un piso que vayamos a poner en alquiler. Esta técnica es conocida como Home staging y consigue multiplicar las posibilidades de que nuestra propiedad acabe siendo el hogar de una persona responsable y cuidadosa en el menor tiempo posible. Conscientes de este hecho, los propietarios de este piso de 50 metros cuadrados decidieron ponerlo en manos de la interiorista Noelia Villalba para que le hiciera una puesta a punto.
El primer paso, como nos cuenta Noelia, fue hacer reformas: "Se trataba de un apartamento muy compartimentado y con un largo pasillo. El objetivo de la reforma fue abrir los espacios, para los que se tiraron tabiques para lograr un dormitorio principal amplio con armario empotrado y un segundo dormitorio menor que se emplea como despacho, un baño pequeño pero completo y una cocina en forma de L integrada en el salón-comedor. Lo importante era tener una caja que reflejara la luz abundante y que ampliara el espacio. Además, nos encargamos de mejorar y actualizar todos los acabados, dotándolos de buena calidad; mejorar los aislamientos e instalar calefacción y caldera de bajo consumo", explica.
Con la base preparada, tocó la hora de la decoración. Noelia optó por un estilo neutro con tendencia al nórdico (no confundir con ausencia de estilo), para que pudiera encajar con la mayoría de posibles interesados y que todos se sintieran en casa. Empleó muchas piezas de madera y de color blanco, con líneas sencillas y amables, que amenizó con pinceladas de colores más vivos, como el turquesa y el violeta, en accesorios y textiles.